El círculo.

Estrellas.

Era sábado de tarde. Estaba en la cocina con mis hermanos y mientras ellos jugaban a un juego de mesa yo preparaba la merienda. Justo cuando prendía el microondas me vibró el celular, era un mensaje de Nicolás.

"Enana, que hacías?"

"En casa por merendar, vos?"

"Aburrido. Más tarde vas a salir?"

"No creo"

"Vamos a ir al cine con los de siempre, venís?"

Los de siempre significaban Eric, Amalia, Joel y Sabrina. Ya había pasado un mes desde la primera vez que había ido al círculo, porque los viernes anteriores llovió y como las fiestas eran al aire libre se suspendían, pero en esas semanas se me había vuelto rutina juntarme con ellos en cada recreo y a la salida del liceo ir al círculo a pasar la tarde con Nicolás.

Cuando papá llegó le pregunté si podía ir. Al principio no estaba muy convencido ya que volverme sola podría ser peligroso porque ya iba a ser de noche, pero le aseguré que Nicolás me acompañaría de regreso.

-Algún día voy a tener que conocer a ese tal Nicolas- dijo bromeando mientras yo me miraba en el espejo y me hacía dos trencitas.

Seguramente creía que salíamos juntos, pero evité aclararle que no era así porque sabía que lo dejaba tranquilo pensar que mi supuesto "novio" me acompañaba a casa. Nicolás no me atraía, claro que no era feo pero mi afecto hacia él era distinto, era amistoso.

Aún no había oscurecido del todo cuando me tomé el omnibus hacia el shopping, llegué y fui directo a la parte del cine donde ya estaban todos allí. Sacamos entradas para ver "Escape imposible", nadie sabía muy bien sobre qué trataba pero Amalia aseguraba haber leído algo en internet y que era imposible no mirarla. Al final la película era sobre un hombre que se dedicaba a ser encerrado a proposito en las cárceles para burlar los sistemas de seguridad y así demostrar que cualquiera podría escaparse. Amalia salió euforica gritando lo genial que le había parecido y que era su nueva película favorita, aunque a Sabrina no le gustó tanto porque había demasiadas muertes. Para mi gusto no estuvo mal, las películas de acción no eran mis preferidas pero tampoco me molestaba verlas.

Caminamos fuera del shopping hasta una plaza que había a la vuelta. El cielo ya se había oscurecido del todo y la luna redonda brillaba junto con las estrellas. Nos sentamos en el piso contra un banquito formado una ronda aunque no entendía muy bien qué se supone que hacíamos. Entonces Joel sacó de su bolsillo dos paquetitos; de uno de ellos agarró una pequeña hoja del largo de su dedo y lo acomodó en forma de U mientras que del otro paquete tomaba un poco de hierba verde y la ponía a lo largo de todo el papel. Sabía qué estaba haciendo, estaba armando un porro, pero yo nunca había probado. Al terminar quedó parecido a un cigarro y lo encendió, dió un par de pitadas y se lo pasó a Amalia que estaba a su izquierda, ella repitió el proceso y se lo pasó a Nicolás, también sentado a su izquierda. Solo ahí caí en la cuenta de que yo era la siguiente. Nicolás me miró.

-Te acordas cuando te pregunté por qué fumabas y me dijiste que te hacía sentir bien? Bueno, esto te va a hacer sentir todavía mejor- me susurró.

Me lo lleve a mi boca y aspiré unas cuantas veces dejando que el humo entrara a mis pulmones, y luego se lo dí a Eric. Al principio no sentí ningún cambio, todo era igual. Amalia y Joel se pararon mientras se reían a carcajadas y empecé a reírme yo también. Por qué me reía? La única respuesta que encontraba eran más risas. Dejé caer mi espalda sobre el pasto y me quedé acostada mirando las estrellas que se prendían y se apagaban como farolitos. Juro que se prendían y apagaban como farolitos. Posiblemente era un efecto de la marihuana, pero yo lo sentía muy real. Estaba tan perdida observándolas que me asusté cuando Sabrina se dejó caer a mi lado. Me incorporé y comenzó a reírse, y yo también.

-Me haces acordar mucho a Jazmín- me dijo.

-Jazmín? No conozco a ninguna Jazmín

-Es mi prima, tiene tu edad. Tenes que conocerla, se llevarían muy bien.

-Claro, invitala a salir algún día con nosotros

-No va a sentirse comoda, por qué no venís mañana a casa? Ella va a venir

Asentí con la cabeza mientras me volvía el ataque de risa. Yo siempre había sido bastante introvertida, desde cuando me reía tanto? Era como si tuviera una pequeña fábrica de risas dentro de mi cuerpo.

-Ay Ema, me caes muy bien- me dijo Sabrina.

Estaba por responderle que yo también cuando sentí que me elevaba del suelo. Estoy flotando!!!!! No. No estaba flotando, luego me di cuenta que era Eric levantándome por los aires. Empezó a correr conmigo a cuestas hacia la zona de los columpios.

-Tenes que probar esto, en serio- dijo mientras me sentaba en uno.

Entonces se puso atrás de mi y comenzó a empujarme, al principio sentí que estaba pasando todo en cámara lenta pero a medida que me empujaba más y más sentía que hasta podría dar una vuelta completa. Miré a mi alrededor, los árboles se movían a la vez como si estuvieran bailando una coreografía. Sabrina y Nicolás estaban hablando juntos, tan juntos que me pareció que se besaban, pero no estaba segura. Volví a mirar al cielo, a las millones de estrellas, y entendí que cada una representaba un pequeño instante, pero que todas juntas eran parte de un paisaje hermoso que constituían un gran momento: la vida.