|2|: Fingiendo.

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7:50 y Ashley no aparecía por ningún lado. Louis suspiró frustrado. Le llamó por décima vez en los últimos veinte minutos sin recibir respuesta alguna.

Louis bajó  luciendo una camisa azul claro a juego con una corbata azul marino. Su pantalón era negro, coordinaba excelente con unos mocasines café oscuro que su madre le había regalado en la última navidad. Entró a la cocina y su madre lo miró de arriba abajo, aprobando su vestimenta.

—¿Has invitado a tu novia?

—No, invite a Ashley.

—Es casi lo mismo— murmuró su madre con sarcasmo.

—No ha de tardar. Dijo que estaría aquí a las ocho en punto.

—Espero que Ashley haga algo bien por primera vez— exclamó su madre mientras llevaba una cacerola llena de espagueti a la mesa.

—Tranquila.

—No me digas que me tranquilice cuando gracias a esa niña se te ha metido la estúpida idea de que eres homosexual — declaró—. La homosexualidad es una jodida idea vendida de países sobrepoblados para terminar con el problema.

—Podrías dejar el tema por hoy...

—No quiero que la gente te lastime por algo que no eres, Lou.

Louis guardo silencio y miró a su madre a los ojos cuando esta regresó a la cocina.

—No quieres que me lastimen pero tú lo haces— murmuró—.    Si fuera una ideología como la política, estoy seguro que yo decidiría ser heterosexual. Sería heterosexual para no tener que soportar tu homofobia de mierda.

—¡Louis!

—No voy a soportar más está mierda. Cuando decidí salir del closet lo hice con la esperanza de tener por lo menos tu comprensión. Porque tú siempre sabías escucharme sin juzgar, supongo que era porque siempre hacia lo que querías. Ahora creo que he perdido a mi madre y a mi mejor amiga. Todo al mismo tiempo.  

—Louis, yo... 

—No, mamá. Odias todo lo que es parte de mi. Estoy estudiando Leyes porque no quisiste apoyarme con fotografía. Detestas a mi mejor amiga con la excusa de que es una mala influencia para mi. Y aborreces el hecho de que yo sea homosexual, sólo porque los homosexuales son "diferentes"— pausó— ¿Crees qué es fácil para mi? ¿Crees que yo me he aceptado totalmente? Salir del closet no sólo se refiere a sexualidad, se refiere a ser tu mismo, a aceptarte.

—Louis, basta.

—Me voy a mi habitación.

(...)

—Bien chicos, nos vemos mañana.

Jayne, la profesora de ballet de Harry, se encontraba frente a 20 adolescentes que preparaban sus cosas para irse a casa. Todos estaban cansados, incluyendo a Harry, el cual estaba un poco mareado por el largo ensayo que habían tenido esa tarde. 

—Harry— Jayne murmuró acercándose a Harry cuando vio a este apretar los ojos mientras intentaba estabilizarse— ¿Estás bien?

—S-sí. Sólo es un mareo— la morocha lo tomó del brazo y lo sentó en la banca donde Harry había dejado sus cosas. 

—¿Haz comido hoy?— preguntó Jayne.

—No me sentía muy bien del estómago, Jayne— respondió Harry. Se soltó del agarré de su profesora y amiga para volverse a poner de pie.

—Harry, no me lo mal interpretes, pero no parece que hayas comido nada en días; ¿seguro que lo estás superando?

—Sí...

—No podrás entrar a los nacionales con Hanna si no repones tu peso, Hazz. Sabes que se han prohibido los desordenes alimenticios en la competencias de ballet, y si no mejoras, tendremos que poner a...

—Wilhem— Harry susurró, completando lo que Jayne iba a decir.   

—Exacto.

Luciérnagas azules |L.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora