Bajo la luna [ym] capítulos cortos

Epílogo

En un principio, cuando Yoongi despertó estaba confundido, sin embargo al ver el rostro de Jimin frente a él poco a poco fue esclareciendo todas las dudas que tenía.

En su mente, aparecieron los recuerdos que había vivido con Jimin a su lado, sin embargo no eran todos, sino que eran sólo fragmentos de lo que alguna vez fue su relación.

Estos recuerdos eran las memorias más importantes que definieron su relación de pareja, y a pesar de que no estuviesen completos, al menos no había olvidado al que siempre había sido la persona más querida para él.

Además de esos fragmentos de memoria, dentro de su mente habían recuerdos difusos que lo mantenían confundido, donde se veía a sí mismo con la forma de un gatito siempre persiguiendo a Jimin, cuidándolo y nunca dejándolo solo.

Él no entendía porque memorias así saltaban a su mente, pero por alguna extraña razón no sentía que fuese un simple sueño.

No obstante, esto simplemente era obra de un deseo que la misma luna les concedió como oportunidad para volver a vivir una vida juntos, pues ambos se amaban con tanta intensidad que era imposible no intentar compadecerse de ellos.

Durante el tiempo que Yoongi estuvo en el hospital, Jimin nunca dejó de extrañarlo, sintiéndose arrepentido muchas veces por lo sucedido en aquel fatídico día. Sus emociones eran tan fuertes, que para no quebrarse empezó a escribir un diario donde relataba lo que había hecho durante su día, mismo donde plasmaba su añoranza para ser abrazado por Yoongi una vez más con la esperanza de que este, un día lo leyerá.

Por otro lado, Yoongi sin tener los recuerdos que poseía como humano, siendo un gatito se volvió a enamorar de Jimin, volviendo a demostrar que no importaba la forma que poseyera o el lugar donde estuviera, al final siempre caería rendido ante él, pues Jimin era la más importante para él, su persona destinada en esta y en cualquier otro tiempo o mundo.

Ambos sufrieron la distancia del otro, pero esto sirvió como precio para la vida de Yoongi, quizás fue muy doloroso lo que ambos vivieron durante ese tiempo, sin embargo esto valía la pena porque al final aprendieron que la distancia y la soledad podía ser mucho más soportable cuando se tenía una esperanza, por muy pequeña que fuese para volver a despertar.

Ahora ellos atesoran cada minuto que pasan juntos, Yoongi como el fotógrafo profesional que ya era y Jimin creciendo su carrera personal de médico, sin sumergirse en lo material, sino apreciando las pequeñas cosas que la vida daba, como un atardecer o una noche de lluvia.

El tiempo pasará, y al final Yoongi olvidará esos recuerdos de haber sido un gato, sin embargo ese deseo que lo obligó a despertar y recordar las memorias perdidas quedara intacto, por otro lado, Jimin olvidará esos recuerdos de haber llorado durante todas las noches o las pesadillas que nunca lo dejaron dormir, pero nunca olvidara el amor intenso que siempre sintió por Yoongi.

Al final la inocencia de ese amor los salvó a ambos de caer en la desesperación y en el olvido, los mantuvo con fortaleza y fue quien los volvió a unir cuando su separación ya era inevitable.

Pocas veces se concede esta oportunidad, pues solo los más especiales pueden añorar por un deseo de esta magnitud. Sin embargo, Jimin y Yoongi inconscientemente podían pedirlo porque ellos eran tan especiales como el deseo mismo.