Cuento mas viejo que el tiempo

capítulo 21

A Loki no le gustó esto, quería ver hacia dónde iba.

-¿Puedo abrirlos ahora?- Preguntó

-No aún no- dijo.

No tenía más remedio que seguirlo, confiando en que no sufriría ningún daño. Loki no tenía idea de que sería una tarea tan difícil. Siempre había buscado por sí mismo, sin nadie más en quien confiar. Sus hermanos eran mayores, su padre lo despreciaba y su madre se había ido. Confiar en otro no era algo que Loki hubiera aprendido.

Justo cuando estaba a punto de exigir una explicación, se detuvo, las manos se fueron, y una luz brillante brilló alrededor de Loki, rompiéndole los párpados. Se sentía cálido y acogedor, y Loki ya no podía contener su curiosidad.

-¿Ahora?- Llamó, a punto de desobedecer de todos modos.

-Bien ahora- dijo Thanos.

Loki abrió los ojos y lo miró asombrado.

Dondequiera que giraba, había estantes y estantes de libros, que le llegaban por encima y por encima de la cabeza hasta el techo increíblemente alto. Hubo pasos que se movieron que podrían llevarlo a niveles más altos, sillas y sillones reclinables de todas las formas y tamaños diseminados en un cómodo arreglo. La habitación en sí era espaciosa, y una escalera retorcida a cada lado se acurrucaba en una zona de asiento más alta que daba al nivel inferior. Toda la pared del fondo estaba hecha de vidrio, dejando entrar la luz del sol natural.
Por todas partes había libros, libros! ¡En una exhibición interminable que alcanzó los cielos!.

Los ojos de Loki estaban empezando a llenarse solo mirando la hermosa vista.

Dio un paso, luego otro, asimilándolo todo mientras giraba, girando hacia adelante y hacia atrás con los brazos extendidos, tratando de comprender este milagro de la literatura colectiva.

-¡Esto es increíble!- Loki respiró.

-¡ nunca había visto tantos libros en toda mi vida!- dijo.

Thanos se movió cerca, siguiendo a Loki pero manteniendo una distancia respetuosa. Él enderezó sus hombros e inclinó su gran cabeza.

-¿es adecuado? ¿Te gusta?- dijo Thanos.

-Oh, lo hago! ¡Realmente lo hago! ¡Es maravilloso!- Loki se congeló
volteándose a mirar al titán con asombro.

-Esto fue construido ... ¿para mí?- dijo.

Thanos parecía que lo habían atrapado. Rodó un hombro y empujó una silla con un dedo.

-Los libros tienen muy poco interés para mí. Sin embargo, me dijeron que los valoras mucho. Hay custodios que guardan los libros, te mostrarán la sección que desees. La colección se ha reunido en toda la galaxia, y hay escáneres que traducen los textos por ti. Pueden traducir cualquier cosa- dijo Thanos.

Loki estaba, por primera vez en su vida, absolutamente perdido por las palabras. Se tragó el grueso bulto en la garganta, dándose cuenta de que había estado temiendo e inconscientemente odiando a este hombre con el que se había casado, a quien había juzgado groseramente.

Ahora los pequeños gestos tenían sentido. La habitación de Loki había sido hecha para él, para ajustarse a su tamaño y gusto. La comida que trajeron de Jotunheim. La forma amable en que Thanos lo había tratado durante su primer acoplamiento, asegurándose de que Loki también recibiera placer, y luego lo cuidara.

El pequeño gigante retrocedió los pocos pasos hacia atrás, hacia donde el titán estaba empujando la silla por el suelo, poniéndose de puntillas para apoyar una mano en una mejilla suave, levantándose para besarla, luego otra en el labio inferior. Thanos miraba a Loki como si estuviera seguro de que Jotun era real o estaba hecho de sueños.