Cuento mas viejo que el tiempo

Capítulo 6

Ahora estaba casado, y quería arrojarse al vacío.

El extraño vehículo que esperaba en el patio para llevarse a Loki era diferente de todo lo que el príncipe había visto alguna vez. Primero, era una máquina, y no un animal, y flotaba un pie sobre el suelo. Era elegante y parecía estar hecho de metal, con dos alas a los lados. Al menos, Loki pensó que eran alas. Él no estaba seguro de su propósito.

No podía ver a ninguna persona adentro, y eso lo puso nervioso, pero Thanos presionó una forma cuadrada simple y un panel se deslizó hacia atrás para revelar un agujero ovalado, lo suficientemente grande para que una persona lo atravesara.

Loki miró el vehículo como si fuera a morderlo.

-¿Es dirigido por magia?- Preguntó.

-No, por poder molecular- retumbó Thanos, presionando su mano en el omóplato de Loki. -Ahora entra. Te estaré esperando cuando llegues-

Eso causó que Loki hiciera una pausa mientras daba un paso para darse la vuelta.

-¿No vas a entrar?- Thanos negó con la cabeza.

-Este es tu barco- dijo.

El siguiente empujón fue más insistente, cortando cualquier protesta que Loki pudiera hacer, y Loki se encontró de pie dentro de una burbuja de metal con asientos incorporados lo suficientemente grandes como para que pudiera dar algunos pasos. El panel detrás de él se cerró, lo encerró y bloqueó la vista del patio.

Al principio, Loki pensó que se asfixiaría, pero el vehículo demostró tener su propia fuente de aire, y después de una cuidadosa búsqueda, Loki encontró un respiradero. Los asientos eran cómodos, hechos de un material extraño que rebotó cuando Loki se sentó. Todo era tan extraño, y Loki ni siquiera había abandonado su reino todavía.

Miró por la única ventana y se sorprendió al darse cuenta de que se estaba moviendo, las paredes cubiertas de nieve del palacio cada vez más pequeñas, disminuyendo en la distancia a un ritmo alarmante. ¡Era imposible sentir el movimiento! Loki plantó los pies y se centró, finalmente pudo sentir el profundo zumbido que debe ser el poder del vehículo. Eso lo hizo sentir un poco mejor, por lo que se sentó a observar cómo cambiaba el paisaje. Era desconcertante no poder indicar a dónde iba, pero como Loki no podía hacer nada para cambiarlo, se tranquilizó.

Cuando la máquina estaba a cierta distancia de cualquier cosa, Loki notó que la dirección cambiaba. ¡Ahora estaban subiendo!

Loki presionó contra la ventana y observó cómo el suelo se retiraba, su estómago bajaba por lo alto que iba. El vehículo se elevó en el aire, más alto que las nubes, hasta las estrellas, hasta que la luz estalló a su alrededor y Loki perdió pie, sacudido en el suelo.

Cuando la máquina se detuvo una vez más y Loki pudo recuperar el aliento, se dio la vuelta para asegurarse de que estaba en una sola pieza. Afortunadamente, él era. El inventario de su vehículo no mostró daños, y estaba llegando a la conclusión de que debe haber sido un salto en el espacio cuando el panel lateral de su nave se hizo a un lado, y había un hombre parado allí, mirando hacia adentro hasta vio a Loki acurrucado en el suelo.

-Ah, ahí estás. ¿No te sentaste? Oh, no importa, Su Excelencia te está esperando, ¡apresúrate!-

Loki intenta levantarse con dignidad, alisando sus joyas y asegurándose de que su bata esté en su lugar antes de salir del barco. El hombre con la ropa extraña parecía impaciente, pero esperó con las manos entrelazadas detrás de su espalda.

Lo primero que notó Loki fue que el aire estaba caliente. Un incómodo y sofocante espesor que lo rodeaba, haciendo que su piel formara pequeños cristales de hielo para tratar de enfriarlo. Pero luego se detuvo, el calor olvidado, cuando comenzó a ver lo que tenía delante, su cerebro casi incapaz de comprender la escala.

Delante de él había una enorme fortaleza negra, que llegaba hasta un cielo gris que se arremolinaba con pilares y torres que se detenían inesperadamente. Los ojos de Loki siguieron subiendo, pero siempre había más que ver. Estaba parado en la base de una amplia extensión de escaleras que conducía al frente de la fortaleza, el espacio abierto aunque los escalones eran negros como la fortaleza. ¿Era de mármol?