Mi Ancla; Stiles Stilinski Y Tu

17 Otra vez

 —Esto no parece tan malo — Stiles declaró mientras recorríamos la ciudad cubierta de tierra. Puse los ojos en blanco. 

—No es la ciudad, es el plan. Francamente, esta no es la forma en que quería pasar mi último fin de semana de verano.

—¿Qué pasa con el plan? —Stiles frunció sus cejas mientras cruzaba mis brazos. 

—Stiles, este podría ser el plan más estúpido que hayamos creado. Por favor, dime que eres consciente de eso. 

—Soy consciente de que no es el mejor —Fruncí mis labios mientras caminábamos por el callejón. 

—Vamos a morir.

—¿Estas teniendo sentimientos o algo así? y por favor deja de ser pesimista. 

—No estoy siendo pesimista. Lo digo como una persona que no quiere morir. 

—Está bien, ¿te importaría restringir cualquier conversación de muerte en este momento?

—Bien. Este plan es estúpido, vamos a morir—Él me lanzó una mirada juguetona. 

—Oh gracias.

Caminamos hasta la puerta, dos guardias se pararon frente a nosotros, con los brazos cruzados y  miradas pesadas. 

—Estamos aquí para la fiesta —Hable en español mientras el que estaba a la derecha sonrió, sacudiendo la cabeza. Suspiré, mirando a Stiles quien buscó en su bolsillo. Sacó una tarjeta con una calavera, mostrándola a los guardias. Los ojos del guardia se agrandaron antes de dirigirnos hacia la cámara. Stiles sostuvo la tarjeta hacia la cámara. La puerta hizo clic y se abrió.

Stiles se guardó la tarjeta en el bolsillo cuando entramos al edificio. El pasillo estaba oscuro cuando entramos, la puerta se cerró detrás de nosotros. Stiles y yo nos miramos antes de avanzar por el pasillo. La música resonó por la puerta a medida que nos acercábamos. Stiles agarró el pomo de la puerta y la abrió . Fue como una fiesta de rutina. Todos estaban bailando entre ellos. Un poco me recordó a ese club al que Isaac y yo fuimos, tratando de salvar a Jackson.

— Vamos — Stiles murmuró, poniendo una mano en mi espalda, guiándome a través de la multitud. Llegamos al bar, tomando asiento. 

—Esto es extraño —Susurré cuando Stiles asintió. Dos bebidas fueron colocadas frente a nosotros. Stiles suspiró, buscando en su bolsillo. De repente, unas manos se colocaron sobre nuestros hombros. 

—No. La casa invita. La mayoría de los adolescentes estadounidenses no cruzan la frontera para rechazar una bebida—Fruncí mis labios, sin mirarlo. 

—No hemos venido a beber —Busqué en mi bolsillo, agarrando la bala y colocándola en la bebida. 

—Vengan conmigo — El hombre dijo, sacándonos de nuestras sillas. Lo seguimos por otro pasillo cubierto de guardias. Abrió la puerta para dar con otra habitación, con más guardias. 

—Severo odia esta música — Una mujer dijo mientras tomábamos asiento. Ella se sentó frente a nosotros, limpiando un cuchillo. Entonces esta era Araya —A mí siempre me ha gustado la música de los jóvenes, este tipo especialmente . Tiene una energía salvaje. 

—Estamos aquí por Derek Hale —Declare y ella me miró, sonriendo.

—¿Es eso así?

—Sabemos que lo tienes. Hemos escuchado que puede ser comprado —Dije mientras miro a Stiles y el  sacó el dinero y lo colocó frente Araya.