Triángulo de Amor

EL COMIENZO ENTRE CARLOS Y JAY PARTE 2

Eran las 9:18 P.M. y la tormenta aún no paraba, por lo que Carlos aún seguía en casa de Jay tirados en un rincón del piso sentados mientras charlaban y se conocían más. Momento que les permitió jurarse una amistad sincera y verdadera entre ellos.

Medía hora más transcurrió y la tormenta cesó así que Jay poniéndose en pié le pidió a Carlos que lo siguiera, para ir lo a dejarlo a su casa; Carlos al escuchar esto comenzó a llorar de nuevo, no quería regresar a ese manicomio llamado hogar no por hoy. Jay al ver la reacción de este se arrodillo frente al chico y con mucha delicadeza llevo su mano a su mentón y lentamente levantó su rostro; y al unir sus miradas con su otra mano llevo su pulgar a una de sus mejillas para limpiar una lágrima que recorría su rostro.

Unos minutos duraron sin moverse para nada, y sin desviar su mirada del otro; Carlos algo temeroso comenzó a desaparecer la distancia entre ellos y cerrando sus ojos, unió sus labios en un dulce beso lleno de inocencia.

Lo siento dijo Carlos al separarse de los labios de Jay, para luego esconder su rostro entre sus piernas; mientras que Jay comenzó a sonreír como bobo. Así que sin pensarlo volvió a tomar el rostro de Carlos y está vez el fue el que unió sus labios en un beso mucho más profundo y desenfrenado.

Por la falta de aire ambos se separaron, pero nuevamente Carlos volvió a unir sus labios en otro beso dominado por Jay, quién mordió levemente uno de los labios de Carlos para que esté le dieta pasó a su lengua, la cual comenzó a explorar la cavidad bucal virgen y inexperta del menor, ambos lenguas comenzaron una danza dominada por Jay.

No tienes de que disculpar te, además ya estamos a manos, dijo Jay con una sonrisa y tratando de normalizar su respiración.

Carlos sólo sonrió ante tal comentario y sus mejillas volvieron a tornarse Rojas como tomate.

Jay se que a penas nos conocemos pero no te molestaría si me quedo a dormir contigo, ya que no quiero regresar a casa por hoy, pregunto Carlos sin mirar a los ojos a Jay.

Claro, que puedes quedarte aquí con migo, a partir de hoy ya no tienes por qué preocuparte por nada; ya que yo me convertiré desde hoy en tu mejor amigo, en tu hermano mayor, yo siempre te protegeré, siempre estaré para ti, todo lo mío es tuyo y lo puedes tomar sin pedir. Le dijo Jay mientras le daba un beso en una de sus mejillas.

Carlos al sentir nuevamente los labios de Jay en su mejilla, sólo pudo abrazar a Jay, abrazo que el chico correspondió.

Aún unidos por el abrazo Jay levantó a Carlos de ese rincón del piso en el que habían estado y cargándolo en sus brazos lo llevó hasta si cama y con cuidado se arrodillo sobre ella para luego recostar a Carlos el se acostó también, pero si antes haber apagado la luz y desearle buenas noches al menor.

...........

Ambos chicos estaban dormidos, Carlos estaba recostado encima de Jay, mientras su cabeza esta en el pecho del mayor, mientras que este tenía sus brazos alrededor de las caderas del menor y sus pies entrelazados con los del más pequeño.

Los dos chicos se levantaron y luego de saludarle se levantaron y bajaron a desayunar algo, y luego de salir de casa de Jay hacía la del menor; pero no sin antes tomar la ropa ya seca de este.

Durante el camino ambos chicos no dejaron de hablar y en ese momento Jay descubrió el lado cómico y divertido del menor lado que le gustó desde ese momento, así como Carlos descubrió el lado aventurero y romántico de Jay.

Al llegar casa de Carlos dos chicas se acercaron a Jay y Carlos, quienes se presentaron como Mal hija de Maléfica y Evie hija de la reina malvada, quienes le dijeron a Jay que hoy les tocaba salir a vigilar su territorio, e invitaron a Carlos para que las acompañara también.

Después de haber aceptado las chicas se marcharon y dejaron a Carlos y Jay solos quienes se despidieron, con un beso en la mejilla por parte de Jay.