Triángulo de Amor

SOLO TÚ Y YO

Los días pasaron desde lo ocurrido entre Ben y Carlos en el campo de entrenamiento y el bosque, durante esos días los chicos intentaron robarse la varita del hada madrina pero no pudieron hacerlo.

Todos esos días Carlos no pudo sacar cada uno de esos recuerdos de su mente y todos los días y noches pensaba y soñaba aún con los ojos abiertos.
Jay notó en el transcurso de esos días que algo le pasaba a Carlos pero no le importaba siempre en cuando eso o ese algo no alejará a su pequeño de su lado, ya que él era el único en hacer que esos deseos de lujuria se despertarán; deseos que eran calmados con solo probar esos dulces labios y mucho más al tenerlo entre sus brazos y sentir el calor de su cuerpo chocando con el suyo.

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Los cuatro amigos estaban reunidos en la habitación de las chicas planeando volver al museo e intentar robar la varita del hada madrina.
Después de haber acordado un plan los chicos se marcharon al museo.....
Y está vez al igual que las otras veces el plan falló, ya solos les quedaba el plan B.
El cual consistía en que Mal iba preparar una poción de amor para usarla en unas galletas y dárselas a Ben para que esté se enamorará de ella y así poder estar cerca del hada madrina y poder quitarle su varita.

Carlos de regreso a sus dormitorios se alejó de los chicos al ver a Ben caminando sin rumbo fijo por los pasillos de la preparatoria.
Con cautela Carlos se acercó por detrás de Ben y al estar lo suficientemente cerca de él cubrió los ojos del mayor con sus manos; Ben al sentir las manos ajenas llevo las suyas sobre las contrarias para quitarlas de sus ojos y luego darse la vuelta y unir sus labios.

Carlos se dejaba llevar por el ritmo que marcaba Ben con sus labios, cada uno de los besos sólo eran interrumpidos por la falta de aire. Mientras volvían a tomar aire Ben tomó a Carlos de las caderas para cargarlo sobre su cintura, y luego buscar el primer salón que estuviera abierto.

Al encontrar uno no lo dudo dos veces y entró en este y sentó al menor sobre el escritorio que se encontraba ahí, para luego quitarle su camisa, mientras el más pequeño empezaba a desabrochar su cinturón y pantalón. Al terminar de bajar el cierre del pantalón se Ben, Carlos bajo tanto el pantalón como el bóxer del príncipe y con una maniobra se puso en pie, para luego empujar a Ben sobre el escritorio, para después arrodillarse e introducir el miembro erecto del mayor; quién solo gemía de placer.

Luego de esa seción de sexo oral del menor Ben se quitó su camiseta para después arrancar el short y bóxer del menor, y recostar lo de espalda sobre el escritorio.

Después de haber lubricado la entrada del pequeño, tomó su miembro y lo colocó en la estrecha entrada de Carlos, para luego introducirlo de un solo golpe; un minuto después Carlos le pidió que continuará a lo cuál él comenzó a dar estocadas profundas y rápidas.

Carlos sólo podía gritar de placer al sentir cada una de las estocadas del príncipe, las cuales subían a cada momento de intensidad.
Ben disfrutaba con cada una de las estocadas que le daba a Carlos, nunca se imaginó que un día haría esto pero lo que sí sabía es que le estaba gustando; y no des aprovecharía para volver a hacerlo de nuevo.

Ambos chicos estaban sudando, estaban calientes y cargados de lujuria hacia el otro, en la habitación retumba ban los gritos de placer de ambos, pero el último de ellos fue ahogado en un beso salvaje, ya que ambos se habían corrido, el menor en el abdomen del mayor, mientras el príncipe dentro del menor.