Estoy tumbado en la cama,
abrazado conmigo mismo.
De fondo suena música,
que retumba como muerte
en lo que queda de mi cadáver.
No tengo fuerza para nada,
soy un cuerpo flotando
en pura inexistencia
y soledad.
No queda en mí ya
mi propia esencia.
Si dejé de ser azul
ahora siquiera soy mi nombre,
ni eso queda.
Mi cama me recoge
y sostiene el único peso que emerge
no de mí, sino de mis lágrimas.
Pues yo, ni soy.
Odio cada segundo de lo que fui,
cada palabra que escuché
y que dije.
Estoy rodeado de gente,
pero cada día me siento menos querido,
más solo,
y más muerto.
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Poemario.
PoetryReciente y más frío; más adulto. Poemario nuevo, pero poemas igual de malos. No hay orden para estos pensamientos.