Los gritos se alejan,
y el espacio queda vacío,
mis oidos dormidos
y mis ojos cerrados.
El tiempo que estuvimos contando
ha llegado a cero,
y las voces han callado.
No sé cómo verme,
ahora que la marea ha disminuido
y los relojes han dejado de avanzar.
El tiempo ha dejado de ser,
y con él
lo que siempre significó todo.
Diría que ahora toca levantar la mirada,
volver a ser
y volver a disfrutar como hice.
Pero sin embargo,
la soledad me sigue contando,
y la consciencia
de todos
siendo entre ellos.
Vivo momentos muy raros.
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Poemario.
ŞiirReciente y más frío; más adulto. Poemario nuevo, pero poemas igual de malos. No hay orden para estos pensamientos.
