Our first trip

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Martin manejaba a una buena velocidad en la carretera, tener a Benedict de copiloto era la única compañía que necesitaba y la única compañía que quería. El auto convertible que recién se había dado el gusto de comprar estaba siendo estrenado de la mejor manera posible, en un viaje con la persona que amaba en secreto. El viento despeinaba el cabello ligeramente crecido de Benedict, el nuevo look que llevaba gracias a su nuevo personaje le hacía lucir más joven, sumando eso a los lentes de sol que traía puesto, Martin lo veía increíblemente hermoso.

—Esto es lo mejor que me ha pasado desde hace meses—

Martin tuvo que levantar un poco su voz ya que la música estaba ligeramente alta.

—Dirás en todo el año—

Benedict había bajado un poco el volumen para contestar.

Martin frunció el ceño ante esa respuesta. Ellos habían tenido varios encuentros secretos durante el año.

— ¿De qué hablas? Hemos salido juntos incluso más veces que en años anteriores—

—Sí, a tu departamento de soltero o a algún hotel desconocido. Nunca habías planeado un viaje—

—Oh, lo lamento, señorita. Usted nunca me dijo nada sobre sus preferencias, excepto las de la cama—

Benedict frunció el ceño mandando una mirada de total desaprobación ante las palabras de su amante.

—No seas grosero, Martin—

—No estoy siendo grosero. Hemos hecho de todo en la cama ¿por qué el maldito pudor? —

—No es pudor, es... es un tema íntimo, no puedes hablarlo como si fuera cualquier cosa—

—No te hagas el correcto, Ben, no con todo lo que eres capaz en la... —

— ¡De acuerdo! Basta—

A Benedict no le gustaba mucho que Martin toque el tema de manera tan simple, pero no podía negar que también le generaba mucha gracia, así que, a pesar de regañarlo, no pudo evitar mostrar una sonrisa muy divertida en su rostro.

—Eres un jodido salvaje cuando te lo propones ¿sabías? — Martin emitió una pequeña risa —Eres malditamente ardiente en la cama, a solas conmigo, pero eres tan correcto cuando estás ante otras personas, ante las cámaras—

—Bueno, deberías sentirte alagado entonces—

Benedict abrió la guantera y extrajo una pequeña bolsa de frutos secos, la cual abrió y empezó a consumir.

—Me siento alagado. Me siento pleno cuando puedo tenerte al lado y eso lo sabes bien—

No importaba que Martin también llevase lentes de sol, Benedict podía saber que los ojos de su amante brillaban y que era por él. Se acercó y le regaló un pequeño beso en la comisura de los labios. Tenía ganas de abrazarlo, de apretarlo contra su pecho, pero la concentración en la carretera era más importante.

Martin siempre dejaba atrás absolutamente todo cuando se trataba de disfrutar los minutos con Benedict, lo único que podía obligarlo a dejarlo eran sus hijos y afortunadamente eso nunca había sucedido. Por eso, ese viaje lo tenía tan animado y tan feliz. Con el sol brillando, el viento en su rostro, Benedict a su lado, buena música sonando y en su nuevo auto. Dios, que viaje tan perfecto, que sensación de completa libertad, maravilloso. Totalmente diferente a cómo se había sentido en los últimos meses con Amanda, y es que la razón más importante por la que decidió separarse, fue el hecho de que estaba cansado de mentirle mirándola a los ojos cuando le decía que la amaba. El tener que hacerle el amor mientras que Benedict estaba en su mente. Si en un principio le fue fácil, ahora no podía, estaba harto de ser tan hipócrita, las cosas cambiaron y eso empeoró sus pocas ganas de mantener a flote el matrimonio. Pero todo eso había quedado en Londres, este viaje era lo que necesitaba desde hacía mucho tiempo y realmente quería disfrutarlo.

Road trip [Freebatch]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora