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12 años después.

La guerra con Gea había pasado, Amori había logrado hacer historia más que su padre en poco tiempo, era una gran luchadora de cuerpo a cuerpo, guerrera y también siempre buena descendencia del amor.

Aunque Ares era el primero quien mataba a cada uno de sus pretendientes, según él, no merecedores de su princesa, pero realmente tenía razón. Amori tenía una buena miga con Artemisa, ya que Amori apoyaba la fortaleza que tenía aquella Diosa, pero con el tiempo la pelirroja era tan santa como se la pintaba.

—Amori, acabas de cumplir 18 años,  y Zeus dice que ya es hora que vayas al campamento mestizo –dice con tristeza Ares.

Amori se voltea a verlo,  y con una sonrisa suave, le besa la mejilla.

—No te preocupes, sabes que siempre te tendré por encima de todo,  padre –contesta.

Ocasionando que Ares abraza fuertemente a su hija.

—Conocerás a tus hermanos, Clarisse La Rue, ten cuidado con los hijos de Poseidón y Athenea, no te metas en problemas y... –empieza a decir Ares.

Ocasionando que Amori ría a carcajadas.

—¿De verdad padre? No está en mi sangre ser pacífica y lo sabes. No me haré responsable si mato a algún individuo. Muy poca paciencia he de tener –comenta mientras lo abraza fuerte–...Tranquilo me cuidaré mucho. Recuerda que soy la mejor guerrera

Ares sonríe y besa su frente.
En realidad la iba a extrañar.

—Esta bien,  pero apenas vea que algo malo te han hecho te traigo para acá,  no importa cuanto me castigue Zeus –contesta.

—No te metas en tantos problemas sin mi, padre. Recuerda, juntos contra el mundo hasta el final –vuelve a repetir su única promesa de padre e hija.

Ares asiente, y acaricia la mejilla de su hija por ultima vez.

—Cuídate mucho. Espero que aprendas mucho y te diviertas en las guerras –comenta.

—De eso no te preocupes,  aprendí del mejor, nadie podrá conmigo –dice con orgullo.

Aunque era cierto, aunque ambos fuesen orgullosos, su debilidad era el amor, y Luba, su madre. Quien se metiera con ella, acababa mal.

Sin más Amori preparó su mochila con libros, artefactos, regalos de Hermes, Hefesto, de Hades, Hera, y su tía Afrodita, junto juguetes musicales de Apolo, todo en una bolsa especial. Suspiró al ver por ultima vez su cuarto, y al final.

Con una sonrisa suave miró su collar, su padre y tíos siempre estarían allí para ella, en su corazón por lo que al llegar al límite del Olimpo, se encontró con Hermes.

—¿Serás mi guía?–pregunta mientras ajusta sus armas en sus bodas y cinturón.

—Claro, princesa. Sino tu padre me mataría –bromea.

Amori se acerca al Dios del tiempo, y sin más ambos se dirigen por medio de una luz al campamento Mestizo.

//»Horas después.

Amori ya se encontraba frente al árbol de Thalia, dejó una ofrenda de paz, una gema blanca en forma de paloma en el tronco, y está se disolvió. Amori sonrió levemente mas, luego al ver a Quirón suspiró. Se puso firme y neutral. Ya no estaba en un lugar que podía confiar a grandes zancadas.

—Bienvenida Amori Paz, un gusto al fin conocerte en persona –saluda Quirón.

—El placer es mío, gracias por recibirme después de tanto tiempo –habla con respeto y seriedad.

—No hay de que, vamos, acompáñame a la Cabaña central, estoy seguro que Dionisio querrá verte –propone Quirón.

Amori al escuchar el nombre de aquel Dios, sonrío burlona, pero lo camufló con inocencia.

«Así que mi querido Tío ha estado aquí, genial.»piensa juguetona.

Al final Amori podía ver futuro agradable al haber llegado al famoso Campamento Mestizo.




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Wow! ¡Ya vamos en camino!
¿Como reaccionarán los demás hijos de los dioses?
¿Cómo reaccionará Dionisio?
¡Todo esto y mas en el próximo capítulo!

Amori Paz➖🔥Hija de Ares🔥©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora