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—Necesito una respuesta de lo que hablamos unas semanas atrás. ¿Ya haz decidido? Ya no hay tiempo, Amori —dice Ares bastante serio.

Amori si bien, hace unas dos semanas, antes de tramar la emboscada a los Stolls, había sido visitada por su padre de urgencia, pidiendo por su presencia en una batalla que el no podría lidiar, más porque era un enojo por parte de Artemisa por no verla más, demandaba por su presencia en su campamento, también porque habían llegado amenazas para la pelirroja lo cual no era algo agradable de escuchar.

No sabía bien como despedirse de Nico, no lo quería abandonar, ahora que justamente por fin había encontrado un amigo con en el cual apoyarse emocionalmente. Pero sabiendo su historia con Artemisa, y la muerte de Bianca, no eran buenos medios para decirle que se marchaba para ir con ella de emergencia. Si esto lo malinterpretara, se sentiría un asco, y se saliera de control, no acabaría bien nada.

—Aun no tengo una respuesta para ello, padre —respondió, igual que seria.

Realmente debía hablar seria con Nico sino se descontrolaría.

—Tuviste el tiempo suficiente para hacerlo, ella esta noche vendrá por ti, tienes hasta el anochecer para despedirte de todos tus amigos y hermanos, te quiero mucho mi pequeña guerrera —dice Ares, mientras le besa delicadamente en la coronilla, y se marcha.

Pero no contaban con que cierto individuo se estuviese carcomiendo en enojo por traición, y claro haber escuchado la conversación a medias.

—¿Cuándo pensabas decírmelo, Amori? —pregunta en un tono muy frío y seco, Nico Di Angelo.

Amori se tensa por completo, y se pone a la defensiva ante el tono con que la había tratado.

—Cuando estuvieses calmado y no malinterpretaras las cosas, no es lo que piensas Nico —dice seria pero preocupada.

—¡QUE NO ES LO QUE PIENSO, MALDITA SEA! TE IRÁS CON LA QUE ME ARREBATÓ A MI ÚNICA LUZ, me estás traicionando, te conté mi pasado, creí que podía confiar en ti...

—Espera, si lo puedes, todo tiene un porqué, no es para lo que crees, nunca me uni-...

—¡NO TE CREO! ¡ERES UNA ESTUPIDA, JUEGAS CON LOS SENTIMIENTOS DE TODOS, DE MI! Una rastrera... Nunca creí que fuera igual de estupida que tu padre —hablaba Nico con furia con tristeza, y desilusión.

Cada palabra era un puñal hacia el poco corazón bueno de Amori, si punto de soporte estaba desmoronandose.

—¡No metas a mi padre! No tienes idea de lo que estáis diciendo, Nico calmate yo... —pero fue interrumpida.

—No mereces nada, eres igual de bestia que todos, me traicionaste y no te lo perdonaré, irás con Artemisa, prometiste no dejarme, ¡¿Acaso todo lo que me dijiste eran mentiras!? ¿¡Eres un asco de persona!? —gruñe Nico haciendo que el ambiente se tornara frío.

Mientras cada palabra iba saliendo de su alma y labios, Amori se iba desmoronando y doliemdo con cada una, no era de demostrar sus sentimientos, estaba entrenada para no mostrar sus sentimientos en combate, pero al ser su primer amigo real, sus palabras dolían tanto como si le clavaran miles de espadas en el corazón. Las lagrimas calientes de tristeza y colera empezaban a salir, y las mismas que caían, quemaban el suelo. La bendición de Hefesto, el fuego no era muy conveniente sacarlo a jugar.

—¡No te mentí! ¡Siempre he hablado con sinceridad, siempre... No me iré a convertir en guerrera de artemisa, me iré a entrenar! —intenta explicarse.

Pero Nico ya nada le tomaba con confianza, y las palabras que estaba por decir eran las que mas se las iba a querer comer, tragar y nunca haberlas dicho.

—¡Tu madre nunca debió tener a una hija tan escoria, una mujer que solo sirve para matar, eres un ser asqueroso y fue mejor que tu madre te haya abandonado en la muerte, se habrá avergonzado de tener a una hija estupida y mentirosa, por eso... —iba a seguir pero una gran bola de fuego le había rozado la mejilla.

Amori lloraba de rabia y melancolía, el tema de su madre era delicado, le estaba perdonando las palabras anteriores porque sabía la frustración que tendría, pero aquellas palabras aunque pudiesen ser no ciertas, habían hecgo una gran herida en su corazón, una herida que nadie podría curar. El rencor y odio puro, se había ganado el hijo de Hades.

—Bien, hasta aquí llegaste imbécil, me equivoqué, realmente lo hice.... Pero no te consiento que hables así de mi madre, no falte el respeto en ningun momento a tus seres queridos difuntos. Nunca te falté al respeto, pero desde ahora espero que todo lo que hayas dicho te haya servido de algo. No te perdonaré esto. Supongo que me equivoqué en pensar que el único hijo varón de Hades sería mejor de lo que se decía, pero al parecer tus palabras siempre tendrán absoluta verdad. Me intenté explicar, no quisiste. Bien, te prometo nunca mas molestarte, olvidate que existí para ti, así como yo nunca te perdonaré. Al parecer nunca he sido suficiente persona para querer y que me quieran... —sonríe amarga mientras se quita de sus mejillas las lagrimas.

Nico al darse cuenta de ello, y al escuchar cada palabra se empezaba a sentir culpable, y arrepentir.

—Yo...

—Tienes razón Nico Di Angelo, un monstruo como yo no tiene derecho a vivir, yo arrebaté la vida de la mujer más digna de vivir, no eres el único que lo piensa. Acepto tu odio, pero te has ganado el primer puesto como villano entre todos, has roto mi poca humanidad, tenía esperanza en que pudiese encontrar algo porque sentir... Pero solo soy una arma de destrucción, para la guerra he nacido y para ello moriré... —dice mientras respira hondo, no se sentía tan fuerte como fisicamente lo hacía parecer.

La pelirroja estaba siendo destrozada y mas rota de lo que había sido antes. Los huesos rotos no se comparaban con lo destrosada que se sentía en cuanto a sentimientos.

—Y-yo... Me pasé... Y-yo...

—Lastima, te tomo tu palabra Nico Di Angelo, has roto la poca confianza y esperanza que creía haber visto en ti, en todos. Gracias, por ser uno de los primeros en destrozarme, seré un monstruo, ya lo verás, espero estés muy orgulloso —dijo cansina y odio puro.

Nico podía ver como lo puro que tenía y percibía en ella se moría, quiso alcanzarla y retractarse pero en ese mismo instante Artemisa apareció, miró mal al hijo de Hades, y no tardó en llevarsela con ella.

—Idiota, espero te guste saber que perdiste lo mejor del mundo.

Sin mas ambas se esfumaron tras la brillante luz, dejando a un Nico arrepentido y destrozado. Pero ya no había vuelta atrás, ella primeramente lo había defraudado, y lo había dejado, aunque sentía que había metido la pata.





















***
¿Que sucederá a continuación?
¿Que les pareció el cap?

Amori Paz➖🔥Hija de Ares🔥©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora