CAPITULO 2

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–Donde... ¿Dónde estoy? –
Me sentía extraño, lo último que recordaba era el Aire, lo que mi papá me contó era real, había visto al Aire en persona y luego...luego me desmayé...

–No te puedo decir, pequeño, pero si te diré que estás seguro aquí.

–Señor Aire...eh...si mal no recuerdo, usted me iba a decir un secreto... ¿No?

–Primero, no me digas "Señor", me hace sentir viejo...o sea, tengo millones de años de edad, pero no me gustan las formalidades. Sólo dime Aire.

–Está bien, entonces señ...Aire, me dijiste que me ibas a ayudar a formar la piedra, ¿Cierto?

–Exacto, esa piedra es un secreto y un misterio ancestral, tu padre hizo bien en contarte a esta edad, los anteriores se los dijeron cuando ya eran adultos y no tenían ni la imaginación ni el tiempo suficiente como para verme, en cambio tú si me puedes ver. La piedra se logra al conseguir unir los cuatro elementos en un mismo lugar, puede sonar fácil, pero realmente no lo es...– Lo miré con curiosidad ¿Qué tiene de complicado unir el Aire, el Agua, la Tierra y el Fuego?

–Comprendo tu curiosidad, y mi respuesta es que no todos los elementos nos llevamos de maravilla con nuestros pares...por eso nos asignamos cada quién algunos sectores de este mundo, el Agua eligió los lugares más profundos para habitar, por ello están los mares, la Tierra como era uno de los más importantes, se quedó cubriendo la mayor parte del planeta, el Fuego eligió los lugares más altos, como montañas y los convirtió en volcanes...ya puedes ver el problema, ¿No?

–Ehhhhh...No...

– ¿Seguro? El agua eligió lo profundo y el fuego lo más alto... ¿No entiendes?

–Hmmm.......Ah!! No, no entiendo...

–Lo que te quiero decir es que el Agua y el Fuego no se llevan muy bien que digamos...Desde antes que se creara este mundo, se hizo el Sistema solar, lo conoces ¿No? En ese entonces, cada quién tomó un lugar para sí, Urano para Agua, Júpiter para Tierra, el Sol para Fuego y yo me quedé haciéndolos moverse de manera que no hubieran problemas...Pero un día a Tierra se le ocurrió la genial idea de que cada uno de nosotros hiciéramos una parte de un mundo, pero Agua y Fuego estaban tan acostumbrados a su soledad que se peleaban por el territorio del nuevo mundo. Hubo una batalla horrible, Fuego hacía hervir y vaporizar a Agua, mientras que Agua hacía simplemente desaparecer a Fuego; Tierra no sabía qué hacer, así que dejó dos secciones distintas para cada elemento, Agua se quedó con las profundidades mientras que Fuego se quedó con el centro del planeta más los grandes volcanes. Luego de un tiempo, nos dimos cuenta que poco a poco empezó a surgir vida en este nuevo mundo, así que los cuatro acordamos proteger a cada ser vivo que surgiera de este bello experimento al que llamamos 'Tierra', en honor a que dicho elemento logró apaciguar la batalla entre Agua y Fuego. Además acordamos el contar a una persona en específico el secreto de la piedra, persona que fuera distinta al resto, alguien que ustedes consideran como 'bueno' y pienso que esa persona resultó ser tu primer antepasado. – Quedé asombrado con la historia de la creación del mundo, nunca nadie me había contado algo así, y al final había entendido que no es fácil volver a reunir al fuego y al agua sin que ambos se dediquen a discutir y pelear sin motivo alguno...Pero eso no me importaba mucho para conseguir la piedra, no al menos por ahora. Le pregunté a Aire lo que debíamos hacer y me dijo:

–Lo primero es ir a buscar cuatro pequeños recipientes, uno para cada elemento, a medida que vayamos visitando a nuestros amigos, les vamos a pedir que una parte de ellos entre en el recipiente, pero no cualquier parte, eh? Recuerda, debe ser parte de su esencia, y hasta ahora nadie se había aventurado en mucho tiempo a lograr conseguir la esencia de un elemento. Cuando los tengamos todos, viene el siguiente y más grande paso, la creación de la Piedra Elemental.

Con que así se llamaba, piedra elemental. Si la logro conseguir, ¡mi papi me va a querer por siempre! ¡¡Y además mis mejores amigos van a ser los cuatro elementos!! Tengo que hacerlo, pero primero lo primero, conseguir los cuatro recipientes. Luego de haberlos conseguido, hablé con Aire para que me dijera donde iríamos primero, y me respondió:

– ¿Has oído hablar de un ser capaz de dar tanta vida y diversidad en el mundo? Es la mismísima Tierra, mi querida amiga, a la cual iremos a visitar– ¡¡Vamos a ver a la Tierra!! En ese momento, Aire me elevó y me mareó nuevamente hasta que me volví a desmayar...

Hola otra vez, si estás leyendo esto es porque has finalizado un nuevo capítulo, lo cual te agradezco mucho, de verdad; gracias por darte el tiempo de leer estas páginas y disfrutar de esta aventura tanto como yo al escribirla. Te invito a comentar lo que más te gusta de la historia y si lo deseas, puntuar y compartir para que otros lectores y escritores conozcan a Thomas y sus amigos.

Los Cuatro ElementosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora