La hermana de Harry Potter

Capítulo 10. Órden del Fénix

Antes de ir a la Órden, decidí pasar por el Callejón Diagón para comprar regalos de Navidad. A Hermione le compré un libro que quería desde hacía tiempo, a Harry un medallón como el mío, con dos fotos dentro, una de papá y de mamá y otra de Ron, Hermione y nosotros. A Ron una bufanda con los colores de Gryffindor y un colgante con la W de Weasley y la P de Potter entrelazadas, a Ginny le compré una pulsera roja y plateada, a Fred y a George un libro de Quidditch, aunque no jueguen sé que les encanta. Por último, compré un gorro de lana para el señor Weasley y una bufanda de varios colores para la señora Weasley

Llegué a la Órden del Fénix y llamé a la puerta. George no tardó en abrirla
-Cómo estás?- dijo el pelirrojo abrazándome
-Estoy bien- sonreí y entré a la casa. Allí estaban Ginny, Ron, Hermione y Fred
-Menos mal que estás bien- dijo Ron abrazándome
-Ron, necesito respirar- reí y me acerqué a los demás. Los abracé a todos y me senté al lado de Ron
-Mirad quien ha venido- dijo Molly entrando por la puerta. Traía a Arthur en una silla de ruedas y Harry estaba a su lado. Rápidamente me levanté y abracé a mi hermano, era la primera vez que me separaba de él y lo había echado de menos
-Enana, necesito aire- me separé de él con una sonrisa
-Sentaos, vamos a cenar- dijo la señora Weasley. Me volví a sentar al lado de Ron y empezamos a cenar

-Antes de abrir los regalos, tenemos que brindar porque vuestro padre está bien- dijo Molly
-Tenemos que brindar por Harry y por ____. Sin ellos yo no estaría aquí- todas las miradas se dirigieron a nosotros y levantaron sus copas. Harry y yo también las levantamos
-Por los hermanos Potter- dijeron todos a la vez y bebieron un poco de la copa
-Por los hermanos Potter- escuchamos detrás nuestra. Nos giramos y vimos a Sirius. Me acerqué a él y le abracé, al igual que Harry
-Y ahora, los regalos- dijo la señora Weasley cogiendo los paquetes de debajo del árbol
-Yo también compré regalos- saqué mis regalos de la bolsa en la que los traía
-No hacía falta que nos compraras nada- dijeron Fred y George a la vez
-Sí hacía falta- cogí el primer paquete y leí el nombre- Hermione, este es tuyo- le pasé el paquete a mi mejor amiga y ella lo abrió con una sonrisa
-Muchas gracias- me dio un gran abrazo y se sentó en su silla dispuesta a leer el libro
-Harry, este es para ti- le pasé el regalo- Ron, Ginny, Fred y George, Arthur y Molly- les pasé los paquetes a todos y empezaron a abrirlos con una sonrisa
-Me encanta- dijo mi hermano sonriendo- Muchas gracias hermanita- me dio un abrazo y se sentó en su silla poniéndose el medallón
-Es precioso- dijo Ron abrazándome- Muchas gracias pequeña- sonreí- Me ayudas a ponerme el collar?
-Claro que sí- abrí el cierre de la cadena y rodeé su cuello con esta. Cerré el broche y sonreí- Ya está
-Potter, es preciosa- dijo Ginny emocionada y poniéndose la pulsera- Muchas gracias- abracé a mi amiga pelirroja y miré a los gemelos
-A nosotros también nos encanta, muchas gracias- abracé a mis dos amigos y sonreí
-No hacía falta que nos compraras nada ____- dijo Arthur poniéndose el gorro. La señora Weasley me miraba mientras se ponía la bufanda
-No vuelvas a comprarnos nada- los señores Weasley me abrazaron y pusieron los demás paquetes en la mesa

-Y por último, el que Ron compró para ____- dijo Arthur. Miré a mi mejor amigo y vi que tenía sus mejillas levemente sonrojadas. La señora Weasley me pasó el pequeño paquete y yo lo abrí. Era una pulsera plateada con un ciervo en el centro. Me levanté de la silla, me acerqué a Ron, lo abracé y le di un beso en la mejilla
-Gracias Ron, me encanta- me puse la pulsera en la mano derecha y me volví a sentar en mi silla

-Dormiréis todos en sacos de dormir, es lo único que hay- dijo la señora Weasley poniendo los sacos de dormir en el suelo
-No te preocupes Molly, estaremos bien- sonreí y me tumbé en el saco. Ron se tumbó en el que estaba a mi lado y Harry en el que estaba al lado de Hermione
-Buenas noches a todos- dije antes de caer en un profundo sueño

Estaba en una habitación de bebé. Había una mujer y un hombre con dos bebés. Al segundo lo comprendí todo, eran papá, mamá y Harry y yo de pequeños
-Por favor, no lo haga- decía mi madre una y otra vez
-Avada Kedavra- dijo Voldemort. El hechizo dio directamente en el pecho de papá, haciendo que cayera al suelo ya sin vida
-No!- gritó mamá girándose para que Voldemort no nos pudiera hacer daño ni a Harry ni a mí- Os quiero pequeños, no lo olvidéis nunca- dijo antes de ponernos en la cuna. Se volvió a girar y agarró la cuna con una de sus manos. Harry y yo llorábamos desconsoladamente mirando a papá, estábamos a punto de quedarnos huérfanos con tan sólo un año de vida
-Avada Kedavra- y sin más mamá cayó al suelo, también sin vida- Ahora sólo me quedáis vosotros, que fácil ha sido esto. Avada Kedavra- el hechizo dio directamente en nuestras frentes, pero rebotó hacia Voldemort y este desapareció. Sin embargo, la frente de mi hermano y la mía quedaron marcadas para siempre

Me desperté de golpe y me incorporé en el saco de dormir
-Sólo ha sido una pesadilla, relajate ____- me susurré a mí misma y me volví a tumbar en el saco. Miré mi mano, la cual estaba entrelazada con la de Ron y sonreí. Luego observé al saco en el que tendría que estar Harry, pero no lo vi. Me levanté del saco con mucho cuidado de no despertar al pelirrojo y salí fuera de la casa. Encontré a mi hermano mirando hacia las estrellas- Qué haces aquí?
-No podía dormir, y tú?
-Yo tampoco podía dormir- me puse al lado de Harry y apoyé la cabeza en su hombro
-Se me olvidó darte esto antes. Feliz Navidad hermanita- me entregó una pequeña caja. La abrí con cuidado y saqué unos pendientes de oro preciosos
-No hacía falta que me compraras nada Harry- dije poniéndome los pendientes nuevos y cambiándolos por los antiguos
-No los he comprado, me los dio Snape. Eran de mamá. Pensé que te gustaría tenerlos- sonreí y le di un abrazo
-Gracias Harry, muchas gracias- le di un beso en la mejilla y él sonrió
-No es nada, gracias a ti por el medallón
-Vamos dentro?- él asintió y entramos de nuevo a casa. Me tumbé en mi saco de dormir, entrelacé de nuevo mi mano con la de Ron y me quedé dormida a los pocos minutos