Amistad o amor?

Catrina

La semana pasó rápidamente. Todos esperaban el fin de semana, no solo conocerían a Catrina, sino que irían de campamento a la playa. Yamato lo tenía todo planeado, y por supuesto logró que todos accedieran. Los celos de Mimi estaban fuera de control. Toda la semana estuvieron enojados Mimi y Takeru, así que Hikari tenía que actuar de intermediaria. Ese viernes recogerían a Catrina en el aeropuerto, se quedaría en casa de Takeru y la conocerían a la siguiente mañana. Así que ese viernes Mimi estuvo casi insoportable.

- No iré – le dijo a Hikari cuando le marcó cerca de la 11pm – no tengo nada a que ir, él va con su amiguita, yo no tengo nada que hacer allí

- Vas conmigo

- Tú vas con tu hermano, ahora que es oficial que Sora y Yamato están juntos, algo me dice que querrás estar con él y a mí me vas a ignorar. Y Takeru obvio estará con su amiguita. Me dejarán sola.

- Mimi TODOS irán, dudo que alguno de nosotros logre estar solo, ni siquiera Yamato y Sora, te lo apuesto.

- No lo creo. No iré.

Hizo todo por convencerla pero no pudo. Su amiga estaba decidida a no ir.

Hikari se sentía terrible, y no porque su amiga estuviera celosa, o enojada con Takeru, ni siquiera porque no iba de campamento con ella. Se sentía terrible porque en el fondo le agradaba la idea de que Mimi no los acompañara. A Hikari le encantaba la idea de pasar un fin de semana con Takeru y sin Mimi. Eso la hacía sentirse terrible. Pero necesitaba esto, un fin de semana sin ver como el chico de sus sueños prefería a su mejor amiga. Y quizá... Sí eso haría, le confesaría lo que sentía por él. Sabía que no tenía oportunidad, pero era algo que le dolía. Algo que tenía que sacar de su sistema. A Mimi no podía decírselo y menos ahora que se sentía tan amenazada por Catrina. Pero sabía que siempre podía contar con Takeru, incluso ahora ¿no?

Sonó su teléfono. Era Takeru. ¡Rayos!

- Estas consiente de la hora que es Takeru?

- Lo dices como si acostumbraras a dormir temprano.

- Lo sé solo bromeaba, ¿todo bien?

- Sí, oye... ¿y Mimi? ¿Sigue con la idea de no ir con nosotros mañana?

- Sí, intente convencerla, pero no pude. Dice que la dejaremos sola.

- ¡Qué tontería! Pero, si no quiere ir supongo que no la podemos obligar.

- ¿Así de simple? Y si te digo que no iré tampoco yo.

- Olvídalo. Tú si tienes que ir. – se rió – si no vas, yo tampoco y todos te odiarán.

- Es injusto, ¿yo no puedo elegir?

- No. Y lo digo en serio. Si no vas iré por ti a tu casa y te obligare a acompañarnos.

- De acuerdo, no vemos mañana. Descansa – "dulces sueños TQM" pensó.

- ¡Claro! No vemos mañana – y colgó el teléfono.

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Al día siguiente se reunieron temprano en casa de Takeru. Todos incluyendo a Mimi.

- Pensé que habías dicho que no – dijo Hikari.

- Lo sé, pero anoche me marcó Takeru – se ruborizó – no le pude decir que no.

Catrina era genial. De inmediato hizo click con todos. Takeru tenía razón era una chica muy interesante, era divertida... y guapa. Catrina era una preciosa chica de cabello largo y unos enormes ojos azules. Ojos que se centraban en Takeru. Era evidente que para él era una amiga. Pero también era evidente que ella quería algo más. Lo cual solo logró que los celos de Mimi aumentaran. Y también los de Hikari. Esta chica era sencillamente genial. Y aquí estaban las tres enamoradas de él. ¿Y él? ¿Qué pensaba él?

Ambas pasaron la tarde juntas, ambas con el corazón roto al ver a su chico con esa hermosa francesa, la chica perfecta. Y él sonreía. Él se lo estaba pasando de maravilla.

Hikari paso esa noche consolando a Mimi, fuera de la tienda que compartirían.

- Soy tan tonta Hikari, no debí venir. Sabía que algo así pasaría. – Mimi lloraba – ayer que me habló me dijo que era solo una amiga, que no sentía nada por ella, pero míralos.

Y lo hizo, Hikari miro en su dirección, estaban los dos abrazados. Sintió las lágrimas a punto de salir. Pero no podía llorar, no con su amiga como estaba, además, que diría cuando Mimi le preguntara la razón de su llanto "lo siento olvidé comentarte que también estoy enamorada de él, por cierto creo que le gustas o al menos le gustabas, pero fui tan egoísta que no te lo dije antes". De pronto Takeru volteó. Mimi escondió su rostro lleno de lágrimas, pero Hikari se quedó paralizada. Se miraron, fue un breve momento, pero sintió una conexión.