Hermanos - YAMATO Y TAKERU

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Cuando Takeru llegó a su casa después de haber pasado la tarde con Koushiro se sorprendió al ver sentado junto a su madre a Yamato.

- Papá está de viaje, así que decidí quedarme con ustedes – explicó su hermano.

Los tres cenaron juntos y se quedaron un poco más platicando. A su madre la hacía feliz tener a sus dos hijos en casa. Cuando decidieron que era hora de irse a la cama, ambos chicos entraron en el cuarto de Takeru. Desde que Yamato comenzó a quedarse a dormir en casa de su madre, Takeru cambio su cama individual por una de dos plazas para que su hermano no tuviera la necesidad de dormir en el sofá. Una vez solos, Takeru comenzó la conversación.

- Pensé que Sora y tú se quedarían juntos, ya sabes, aprovechando que no está papa – dijo con una sonrisa pícara.

- Idiota – respondió Yamato sin poder evitar ruborizarse – en realidad quiero hablar contigo.

- ¿Conmigo? – lo tomó por sorpresa - ¿de qué?

- Mimi.

Se quedaron un momento en silencio, por la mirada de su hermano, Takeru sabía que no era bueno lo que tenía que decir. Solo suspiró, se sentó en la silla de su escritorio frente a su hermano que estaba sentado en el borde de la cama. Ninguno de los dos sabía cómo comenzar esa charla, aunque en realidad tampoco querían tenerla. Armándose de valor Yamato rompió el silencio.

- ¿Qué hay entre ustedes?

- Nada aún. Pero me gusta y mucho.

- ¿Te corresponde?

- Eso creo.

- ¿Pero no estás seguro? – fue una afirmación más que una pregunta.

Takeru se quedó callado. No sabía que responder. En realidad su hermano tenía razón, él no estaba seguro de los sentimientos de Mimi, quería creer que ella lo quería, pero el hecho de que lo hubiera rechazado en dos ocasiones le daba mucho en qué pensar. Después de un tiempo de silencio, Yamato volvió a hablar.

- No quiero que jueguen contigo – Takeru no supo cómo responde. Yamato continuó – Mimi es una chica muy linda y especial por eso entiendo que te sientas así con ella. El problema es que no solo tú lo ves, el resto de los chicos también lo notan.

- Y no crees sea competencia para ellos ¿cierto? – soltó Takeru un tanto ofendido.

- Hermano, eres mejor que cualquiera de ellos, pero no sé si Mimi sea capaz de verlo.

Volvieron a quedarse en silencio, Yamato veía fijamente a Takeru, pero este no se sentía capaz de devolverle la mirada. No entendía por qué pero no podía responder a lo que su hermano mayor decía.

- Hay rumores ¿sabes? – dijo Yamato sin quitar los ojos de Takeru. Este de inmediato lo miró de manera fría – de que ella y Michael...

- No hay nada entre ellos – interrumpió – no pensé que te dejaras guiar por rumores – espetó.

- No lo hago, pero en este caso... - Yamato dudó si sería buena idea o no continuar – ella no lo niega – dijó al fin.

Hubo otro largo silencio. Ambos sabían que el tema será delicado, pero sabían también que tarde o temprano tendrían esa conversación.

- Sabes que aprecio mucho a Mimi, pero sobretodo que quiero lo mejor para tí.

- Hermano, creo que es mejor dejar que las cosas sigan su curso ¿no te parece?

Takeru volvía a sentirse tan torpe como cuando tenía ocho años, y Yamato volvía a ser ese hermano sobreprotector que haría todo por evitar que su pequeño hermano sufriera. Yamato se levantó de la cama y se dirigió a la cocina por un té. Sabía que su hermano necesitaba espacio. Después de varios minutos volvió a la habitación, Takeru estaba en el ordenador.

- Olvidé que mañana debo entregar un trabajo de literatura y ni siquiera lo he comenzado – dijo con una sonrisa.

- Cómo es posible que lo olvidaras – dijo poniendo los ojos en blanco – se supone que es tu fuerte.

- Lo sé, si no es porque Hikari me lo recordó no lo entrego, no sé qué haría sin ella.

Yamato alzo una ceja y sonrió a manera de burla.

- Sabes... - comenzó el mayor de los hermanos – ayer cuando dijiste que irías a la cooking party, pensé que llevarías a Hikari.

- ¿Por qué? – preguntó el menor.

- No lo sé, siempre hemos pensado que terminarán juntos – respondió acostándose en la cama.

- ¿Hemos? – pregunto nuevamente - ¿Quiénes?

- Taichi y yo – contestó como si fuera lo más obvio del mundo. Takeru soltó una carcajada.

- ¿Estás loco? – dijo aun riendo – si me acerco a su hermanita ¡Taichi me mata!

- No lo creo, pienso que ya se hizo a la idea de que algún día serás su cuñado.

- De que hablas, Hikari y yo solo somos amigos, no pensé que tuviéramos que explicarles eso también a ustedes dos.

- No sé. No lo creo.

Takeru volteo su silla para volver a quedar de frente a su hermano.

- ¿A que te refiere con que no lo crees?

- A que no creo que solo sean amigos.

- ¿Por qué tendría que mentirte? - Takeru lo miró intrigado.

- Hikari y tú son más que amigos, solo que aún no se dan cuenta. O no lo quieren aceptar. Como sea, sabemos que algún día terminaran juntos.

- Somos amigos... a mí me gusta Mimi.

Yamato solo volteó el rostro para verlo a los ojos.

- ¿De verdad piensas que con Mimi vas a estar tan bien como lo estas con Hikari? ¿Crees que será lo mismo? Lo que Hikari y tu han pasado juntos no se compara con nada, y aunque técnicamente conoces de más tiempo a Mimi, desde el primer momento Hikari y tú crearon una conexión especial que dudo tengas con nadie más - Takeru lo miraba fijamente, pero Yamato no estaba dispuesto a detenerse - Respóndeme algo... si Mimi te pidiera que dejaras de hablar con Hikari, ¿lo harías?

- Mimi jamás me pediría algo así

- Pero, ¿y si lo hiciera? - Takeru permaneció callado, ambos seguía viéndose directamente a los ojos - lo ves - dijo finalmente Yamato - estarías dispuesto a perder a Mimi, pero no a Hikari. La quieres más de lo que piensas. Es parte de tu vida y siempre lo será.

Takeru le sostuvo un poco más la mirada hasta que finalmente giro su silla y continuó el trabajo que había dejado pendiente en el ordenador.

Cuando término volteó nuevamente con su hermano, que ya estaba dormido. Para no molestarlo, tomo una almohada y una cobija y se dispuso a dormir en el sofá.

Amistad o amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora