Marina se quedó un poco paralizada.
"La verdad que no estoy preparada para una relación, ¡pero podemos ser amigos!"
"Dime que no te gusto, pero no pongas escusas" -dijo Austin decepcionado.
"De verdad que me pareces muy guapo, con unos ojazos increíbles".
"Bueno, pues me voy a ir iendo" -dijo muy triste.
"Vale, si quieres te dejo mi número y me agregas a Whatsapp, por si alguna vez quieres quedar".
"Sí, vale gracias".
Al llegar a su casa, muy decepcionado tiró la gorra contra su cama.
"¿Qué habré hecho mal?" -se repetía una y otra vez así mismo.
"Bueno pero la esperaré".
Cogió su móvil y agregó a Marina. Le habló con un "Hola, ¿qué tal estás?"
Suerte que estaba en línea y le respondió al momento con un "Muy bien, gracias ¿y tú?"
"Pues la verdad que muy decepcionado, me has roto el corazón" -le respondió con toda la sinceridad del mundo.
"Aver esto ya lo hablamos esta tarde Austin".
"Pero tienes suerte de que no me rindo, sino estás preparada te estaré esperando hasta que lo estés y nadie me va ha hacer cambiar de opinión" -le respondió él.
"¡Wau! Nunca me habian hablado así no sé que decir".
"Porque digo la verdad".
"Bueno ya Austin".
"Vale, te dejo tranquila".
"Ya hablamos en otra ocasión" - le dijo ella.
"Vale, no pasa nada".
Después de esta conversación no lo volvió a hablar por temor a que se enfade.