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P.O.V Elsa
6:40 am del lunes, lo más probable es que mamá ya no esté, o tal vez no volvió anoche por acostarse con su jefe, la verdad no me importa.

Luego de 30 minutos de arreglar tanto mi aspecto como mi habitación bajé para encontrar café en la cafetera ya un poco frío y el intento fallido de un desayuno, estaba más que claro, hoy no desayunaría tampoco sólo tome la comida y se la di a mi mascota, un pequeño cachorro de color blanco como la nieve el cual fue regalo de mi padre en su último viaje por Europa debido a eso lo llamé Olaf, a lo que mi padre me había dicho, lo rescató de una tormenta de nieve por la que pasaba y desde ese momento se volvió mi única compañía además de el que comía lo asqueroso que mi madre cocinaba, al menos al perro si le gusta.

Tomé mis llaves y me dispuse a ir a la parada del autobús así después empezar a dirigirme a la universidad, todo un día monótono en el cual no hay nada, por una vez en mi vida, estaba equivocada en esas palabras

Luego de unos 15 minutos llegué a la universidad, grande como siempre y llena de alumnos quienes la mayoría sólo busca diversión y ruega al final de semestre para no repetir. Varias caras de análisis se ponen sobre mi, miradas penetrantes que intentan elegir si criticar, pasar de largo o tal vez seguir mirando se mantienen en mi rostro y cuerpo mientras yo me inmuto y me dirijo a mi grupo de amigos, allí se encontraba mi gemelo, un idiota bastante agradable el cual es Jack, un castaño terco y fanfarrón al igual que un aguafiestas de primera, Hiccup, y una chica con el cabello más grande que su cabeza y la cual es mi mejor amiga, Mérida, tal parece hacían lo de siempre "molestar al aguafiestas" me fui acercando evitando hacer algún ruido que delatara mi llegada para después saltarles encima asustándolos como es de costumbre y recibiendo algunos reclamos con eso.

¡¡No vuelvas a hacer eso!! No quiero morir joven por uno de tus sustos. - La pelirroja sólo me abrazo ligeramente para después darme un golpe en el hombro.

- Yo también te quiero Mérida y por eso sabes que no pararé de hacerlo sólo por sus reacciones.- Antes de que pudiera empezar a correr para que la pelirroja no me matara, el brazo de mi "tierno y amoroso" hermanito me rodeara por los hombros evitando mi escape.

- Ya Mér, Elsa sólo tiene este momento divertido en el día antes de convertirse en un ratón de biblioteca, déjala disfrutar sin que su madre la quiera intoxicar con su comida.- No sabía si sentirme ofendida o estallar de la risa, así que, no le tomé importancia.

- Bien chicos, a lo importante, ¿sus presentaciones que tal van? - Hasta ahora eso es lo único que es de importancia en nuestras vidas

- Ensayando hasta agotarse o tener hambre, lo que pase primero, ¿Y tú, hermanita? ¿Cómo está mamá además de alcohólica y tal vez drogadicta?

- Fuera de eso creo que tal como papá la dejó para su último viaje.

Jack se fue de casa a los 16, no soportaba a mamá y decidió irse, papá lo apoya, dijo ser bueno para que terminando la universidad no sufra tanto con el cambio, si fuera por mi, yo viviría con el, es mejor a lo que vivo ahora.

- Chicos aunque amo nuestro momento, es hora de ir a clases, dicen que vendrán 3 nuevos.- Allí está el Hiccup que conocemos, el agua que apaga la llama de la emoción.

- Con tal de que no sean versiones múltiples de Hans, por mi no pasa nada.- Por primera vez, Jack tenía razón, nadie peor que Hans Westergard, un chico el cual no sabe pensar con la cabeza ni mucho menos escuchar un no.

-Bien, no tengo ganas de hablar de el cara de simio, vamos a clase.- La pelirroja dio fin a ese apartado y nos dirigimos a literatura, como amo esa materia, a los minutos de llegar el maestro ya estaba con los nuevos, 2 chicas y un chico, nada fuera de lo común.

Aquella pelirroja cobriza no aparta su mirada de mi y es incómodo ¿esto puede contar como acoso? No lo se, ahora el chico rubio de su lado me mira de mala forma, como si con eso me cortara la garganta ¿qué hice sin darme cuenta?

Sweet Dream Donde viven las historias. Descúbrelo ahora