Alcohol, cigarettes and... a beautiful girl by my side.

III

La americana despertó con un leve dolor en la cabeza y el abdomen.
Observó a sus alrededores y vió que, definitvamente, no estaba en su casa.
Leves flashes vagaron en su memoria al observar a la chica que tenía a su lado, quien estaba profundamente dormida sobre los pechos de ella.
Ahí fue cuando recordó lo que había hecho y quien era la chica que estaba a su lado, Taeyeon, y, por consecuente, no pudo evitar sentirse un poquito caliente.

Intentó moverse un poco para levantarse y soltó un gemido de dolor, agarrándose rápidamente su abdomen. La bajita tenía razón con que no se iba a poder levantar hasta dentro de un mes.

No sabía si despertar a la dueña del departamento o dejarla dormir, no quería molestarla después de lo de anoche. Buscó su celular con la mirada y no lo vió por ninguna parte, Jessica debía de estar preocupada al no verla llegar en la noche.

Aburrida, decidió observar a Taeyeon.
La chica dormía pacíficamente, la mano derecha estaba sobre su cintura, sus piernas estaban enredadas, y su pelo era un desastre. Tenía algunas marcas en su espalda, producto de lo que había pasado la noche anterior.
Cansada de observar a la chica de pelo oscuro, decidió despertarla.

-Dos más dos... ocho por ocho...- Murmuraba entre sueños.

-Taeyeon.- La movió levemente, y la bajita solamente se acercó aún más a su cuerpo. Causándole gracia, volvió a moverla.- Taeyeon, no me puedo mover.

-¿Qué?¿Con la mujer de quien?.- Preguntó con el ceño fruncido y moviéndose para seguir durmiendo.

-Con la mujer de nadie. Taeyeon, no me puedo mover.- La anterior nombrada abrió los ojos y se sorprendió al ver a la americana.

-Oh, Tiffany. Perdón si te incomodé, me cansé bastante ayer.- Dijo inocentemente y la otra tuvo que pelear consigo misma para no sonreír.- ¿Necesitas algo?

-Si, por favor. ¿Puedes darme algo para el dolor de abdomen? Me está matando.- Taeyeon asintió y se levantó rápidamente de la cama.
Unos minutos después, la bajita le alcanzó una bandeja llena de frutas y un analgésico.- Gracias.- Dijo la castaña con una sonrisa, al observar que todo eso era para ella. La dueña de la casa dejó la bandeja en la cómoda y ayudó a la chica a sentarse para luego entregársela.

-No hay de qué. Al fin y al cabo, eres un huésped en mi casa. ¿Necesitas algo más?

-¿Puedes traerme mi bolso? Creo que dejé mi celular allí.- Kim asintió y se fue por donde vino.
La californiana tomó el analgésico y comenzó a comer algunas frutas.
Se concentró tanto en comer que no sintió el pequeño perro que había subido a aquella cama.

-¡Zero!.- Gritó la bajita, sacando de su trance a Tiffany, notando así a su pequeño acompañante.

-¿Zero?.- Preguntó la chica, de algún lado le sonaba ese nombre.

-Si, así se llama éste amiguito.- Respondió señalando a su poodle, ése pelo gris plata.

-¡Ah, Zero!.- Dijo en un tono alegre y el perro se acercó a ella saltando de un lado a otro, Tiffany extendió su mano para acariciarlo y el animal se acercó.

-Parece que te llevas bien con él.- Dijo Taeyeon juguetonamente.

-Ayer me crucé con él.- Siguió acariciando al animal, quien estaba feliz.

-¿Cómo?.- La bajita estaba confundida.

-Ayer había llevado mi perro a caminar y ambos se encontraron. Entonces me crucé con una chica, Kim Ye Rim se llamaba, y me dijo que el perro no era suyo, si no de una amiga, pero que lo estaba cuidando. Así que, supongo que, tú eres su amiga.