"LOS PODERES QUE SEAN" (PARTE 1)

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POV ALYSA

--Realmente no se como me convencieron a acceder a esto

-iba tomada del brazo de Gideon, ambos íbamos siguiendo a Magnus, el nos había pedido como favor especial acompañarlo a la fiesta que ofrecería el nuevo gran brujo de Brooklyn, Lorenzo Rey. Entramos a la enorme mansión que era propiedad del brujo nuevo.

--Bueno, ya estamos aquí

Alec y yo comenzamos a mirar a nuestro alrededor, todos los brujos eran demasiado extravagantes para vestir, claro ninguno brillaba como Bane. Algunos nos miraban con recelo.

--¿Fue buena idea traernos?

--Bueno, es mejor que venir solo

--¿Es enserio?

--Ya caramelito, ya. Los van a adorar ya verán.

--Somos dos shadowhunters entre demasiados brujos

--Porque sean dos shadowhunters en una fiesta de brujos no quiere decir que se van a aburrir

--Para ti es fácil decirlo, te conocen por siglos

Alec se notaba incomodo y a estas alturas no sabia si era por el lugar, la compañía o la ropa que estaba usando

--¿Crees que eso es bueno?, Créanme no quiero quedarme mas de lo necesario

--Si no querías venir, no lo hubieras hecho

--Es una tradición que el gran brujo saliente le pase la posta a su remplazo.

Observaba con cierto rencor a un hombre alto, delgado con barba y el cabello obscuro en una coleta baja de caballo.

--¿Es el?

--El único: Lorenzo Rey...

--El nuevo Gran brujo de Brooklyn

Mi amigo me fulmino con la mirada, dirigí la vista al brujo cuando este comenzaba a caminar hacia nosotros, Magnus intento huir pero Alec fue mas rápido y lo detuvo del saco.

--¡Magnus Bane! Viniste y trajiste unos amigos

Entre Alec y yo lo llevamos a donde su sucesor nos esperaba

--Si soy...

Alec estiro su mano para saludarlo pero lo dejo con la mano estirada, intercambie una mirada molesta con el brujo

--Alec Lightwood, director del instituto de NY. Supongo que nos veremos bastante en sus reuniones del submundo...y tu debes ser la nueva señora Lightwood, encantado

Tomo mi mano e intento llevársela a la boca para depositar un beso en ella, movimiento que evite regresándola a donde estaba, entre las manos de mi marido.

--Igualmente

--Sin rencores, ¿Verdad Bane?

--Al contrario, estoy muy feliz con mi nuevo trabajo--Trate de ocultar la leve risa que amenazaba con salir de mi boca-Poca paga, mucho trabajo. Pero seguro no le importa a un joven y buen ciudadano.

--No seas tan cínico. Tendré 484 años pero tengo experiencia en el servicio. Tantos años trabajando para el gran brujo de Madrid me han preparado bien. Aunque tal vez yo no sea tan amable con ustedes como el.

--O no lo esperamos

Alec y yo nos vimos cómplices haciendo fingidas caras de sorpresa, sabíamos lo que venia, iban a jugar a "mi casa es mas grande que la tuya"

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