REBELIÓN

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Un día mas en la aldea de la hoja donde Boruto se había levantado, cuando bajo a la cocina estando medio dormido aun noto que era temprano, el joven de 14 años se sentó en una de las sillas de aquel comedor diciendo un simple buenos días, recibiendo el lindo saludo de su pequeña hermana y una sonrisa de Hinata, quien le sirvió el jugo, todo tan tranquilo y apacible... Pero ¿¡que era eso!?

-¡haaaaaa!- Boruto grito casi tirando la mesa, poniendo en alerta a su familia, Boruto señaló a la persona frente a él que estaba sentada- ¿¡que haces aquí viejo de mierda!? ¿¡Porque no estas en la oficina!?-

Naruto fruncio el ceño ante aquel apodo que aun no aceptaba.

-¿no puedo pasar una mañana tranquila con mi familia?- respondió a otra pregunta, teniendo una mirada sospechosa de su primogénito, suspiro sacando algo de enojo y miro algunos papeles que tenia en la mesa- Shikamaru tenia cosas importantes que hacer y tuve que venir a trabajar a casa-

Lógico, Boruto había creído que iba a pasar tiempo y no le hizo gracia que hiciera una broma de ese tipo, no por él claro que no, porque Himawari sonrió con tristeza sin decir nada, no era secreto para nadie que Naruto sin intención hería los sentimientos de sus hijos, Boruto Uzumaki era fuerte en aquel sentido y se tragaba todo, pero Himawari era mas sensible y pequeña.

Anata ni au futatabime no chansu, otosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora