Los Juegos del Hambre: El diente de León

Capítulo 4

-Así que... vas a ir, ¿verdad?-

-Hmm sí, eso creo- responde Katniss con nerviosismo. -Sería lo mejor...-

-¿Qué quieres decir?- Pregunto amablemente.

-Bueno... Tal vez sea tiempo de dialogar, esto no debe seguir así, debemos superar el pasado. Si desperdiciamos nuestras vidas meditando sobre lo que pudo ser, jamás lograremos centrarnos en nuestros hijos, en nuestro futuro...-

Aún así, sé que ella desea ir por curiosidad, y en realidad, ella no es de las que 'dialoga' y menos con una persona como Gale, quien prácticamente se convirtió en la persona que asesinó a Prim, luego la abandonó al irse al Distrito 2, y no se comunicó en todo este tiempo... hasta ahora. Lo dice para convencerme, lo que ella me plantea es exactamente lo que yo haría si estuviera en su lugar. Lo hace constantemente. Temo lo que pueda ocurrir ese día, sin embargo, temo internarme en el bosque, ese no es mi lugar, y debo cuidar de mis chiquillos.

-Así que... ¿Iran solos?- uh, aquello no lo he planteado muy bien, mis mejillas se tornan de color rojo de la vergüenza- Lo que quiero decir es, ¿quieres que alguien vaya contigo para asegurarse de que todo ande, uh, bien?-

Ella ríe un poco por mi comportamiento.

-Si eso quieres, puedes acompañarme- dice con una sonrisa.
-Hmm no, yo... en realidad no- y ríe aún más- Debo encargarme de Rye.
-Haymitch podría hacerlo, un día no es problema.
-No, no, yo lo haré- pero al rato me doy cuenta de que debo cerrar la boca o seguiré actuando como un desesperado llevado por los celos. Confío en Katniss, sé que nada irá mal.
-Bien- dice aún sonriendo.

~~~~~~~~~

-Volveré antes de mediodía.
-No, no de esa manera- digo nervioso- no una vez más. Empiezo a considerar la idea de ir con ella al bosque cueste lo que cueste, sin embargo se detiene y me acaricia el cabello.
-Lo siento- susurra- te amo.
Asiento levemente. Y mis ojos se clavan en el piso. Ella me levanta la cabeza.
-Me puedo quedar si deseas, puedo...-
-No, no es necesario. Estaré bien. Procura estarlo.
-Estaré bien, no debes preocuparte por mí, sé defenderme sola- asegura.
-Lo sé- murmuro.

El día es extenso, es mediodía y ella aún no está aquí. Se me tensan los músculos, se me nubla la vista. Aquí viene de nuevo. Pero ésta vez hago caso omiso, mis manos están libres y no hago fuerza, me dejo llevar. No obstante, caigo al suelo y no me puedo mover, no puedo levantar los párpados, estoy totalmente inmóvil.

Siento un calor intenso por todo el cuerpo empezando por mis ojos, y de repente, al abrirlos, me encuentro con una luz blanca que me ciega. Me cubro con los brazos y al retirarlos un poco, la luz se reduce al tamaño de lo que propaga una lámpara. Vuelvo la cabeza con delicadeza hacia la derecha y allí, sentada en un banco bajo la ventana, veo a Sae, quien me sonríe un poco. Mi vista se dirige esta vez hacia la izquierda, allí está Effie de pie con el cabello suelto, en su color natural: castaño oscuro, y me dedica la misma mirada que me proporcionó Sae. Empiezo a observar a mi al rededor, me encuentro en casa. Intento mover la parte inferior de mi cuerpo para sentarme, sin embargo, siguen inmóviles.

-¿Qué hora es?- pregunto con la vista perdida.
-Las 4:28 cariño- responde Effie dulcemente.
-¿Y Katniss?, ¿Dónde está ahora?- replico alarmado.
-Oh, con cuidado, procura no hacer movimientos bruscos y repentinos, debes cuidarte porque el médico dijo...-
-¡¿DÓNDE ESTÁ KATNISS?!, ¡VOLVERÍA A MEDIO DÍA!- grito desesperado- lo prometió, ella lo prometió- digo bajando el tono, ahora llorando.
-Debes calmarte Peeta, no te puedes dar el lujo de ponerte así en tu estado... Katniss está en el Distrito 2.- dice Sae- Está en el dos con... con Gale.