Cinco

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-¡Se van a acabar los chupetines! - Volteé mi cuerpo por instinto al escuchar aquella voz que hacia que mi corazón se moviera a mil.

-Creo que tú eres la única que compra esas cosas, Sara. Se va a acabar el año y no comiste otra cosa.

Esta vez ella venía con otra amiga. Gordita, bajita, morena y un listo cabello corto con tantas ondas en las puntas.

-Jogesito... - Carlos cantó mi nombre en mi oído y de inmediato lo miré mal. -Si no hablas con ella iré yo.

-Ya vas tú de nuevo. - Rodé los ojos y saqué mi telefono del bolsillo de aquel horrible pantalon clasico de diario. Miré la hora dandome cuenta que faltaban 20 minutos para que se acabara el dencanso. -Voy para la loma. ¿Te quedas?

-¿A lo serío, Jorge? ¿Tan cobarde eres?

-Callate... - Susurré cabizbajo.

-Vamos los dos. Le hacemos preguntas tontas y ya. ¿Está bien?

Asentí y empezamos a caminar en dirección a ella, mi corazón estaba latiendo demasiado rápido y mis manos temblaban al igual de que sudaban.

-¡Mejor no! - Lo tomé por el brazo y detuve su andar. -Perdón.

Corri hasta mi salón sentandome en mi lugar y escondi mi cara entre mis brazos, ¡Tenía ganas de llorar!

-¿Qué te paso? -Noté como el "más inteligente" del salón tomó asiento al lado mío.

-¿Qué te importa? Tú no lo vas a entender, casaté con los cuadernos.

-Estúpido.

Se puso de pie y antes de irse, me dijo.

-Si es por alguien, solo no tienes que ponerte así, intenta llamar su atención. A mi me gusta alguien, pero ella ya no estudia aquí, ya no vive aquí, ella me buscaba y nunca le preste atención, ahora que me gusta no esta, trata de hacerle saber que existes, y no quedar como un completo idiota como yo.

Empezó a caminar y me seque las estúpidas lágrimas que habían salido sin permiso.

-¡Juan! - Él volteó y me miró. -Gracias...

Otro día de clases, ya era jueves y tenía un bendito examen a primera hora, que lindo comienzo de día. Me baje de la buseta, le di las gracias al señor que conducia y de inmediato entre al colegio, camine hasta entrar al patio interno y llegar al salón de Sara. Miré disimuladamente hacia dentro pero ella no había llegado. Me di la vuelta para irme a mi salón pero me detuve cuando la vi que llegaba, retrocedi un poco y me dije a mi mismo que no me iría, me quedaria ahí y hablaria con ella. Cuando se acercaba alguien tapo sus ojos, esta se detuvo y comenzo a tocar su mano y a decir nombres al azar.

Me largue de ahí y me dirigi a paso rápido a mi salón, estaba enojado. ¿Celos?

Sali al dencanso con mis amigos y me lleve la sorpresa de que Sara ya estaba en la cafeteria y no estaba sola, estaba con ese niño que le habia tapado los ojos.

-Ash...

-¿Estas bien?

-¿Por qué sonrie con ese chico? ¿Quién es y por qué se acerca tanto a ella? No me agrada para nada, se ve que le atrae. -solté todo de una vez y mis amigos me quedaron viendo y en unos segundos todos estallaron en carcajadas.

-¡Estas celoso!

-¡Estos celos que te matan te enloquecen!

-¡No!

Esa fue la primera vez que sentí celos por ella...




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