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(Por favor escuchar la música en multimedia para mejor experiencia al leer)

Woosung no había dejado de pensar en aquél mesero guapo de la cafetería, sus intentos de sacarlo de su mente habían sido inútiles, se había quedado tan dentro de su mente que incluso lo tuvo en sus sueños, esto ya era un caso serio.

Es por eso que en este momento se encontraba caminando hacia la cafetería en el mismo horario que hace dos semanas, realmente esperaba que el chico guapo siguiera ahí. Al entrar, la perfecta atmósfera del lugar lo recibió, se sentó en el mismo lugar que antes y rezó para que el mesero que vendría a atenderlo sea el mismo de la vez pasada.

Tardaron como cinco minutos. Woosung se aburrió así que se dedicó a ver su teléfono mientras esperaba.

—Disculpe, ¿Qué va a ordenar?—Esa calmada voz, alzó su vista y cruzó su mirada con el apuesto mesero—. ¡Oh! Usted es el hyung que me tiró el café encima. ¡Gusto en volver a recibirlo!

—¿Acaso todavía me recuerdas?—Woosung sonrió nervioso al ver por fin la completa sonrisa del guapo chico enfrente suyo... Era tan cálida, tan hermosa.

—¡Por supuesto que sí!, Usted fue el único en pedirme perdón, además se veía bastante tierno cuando se disculpó conmigo. Uhm, déjeme adivinar, usted quiere un café americano y un pastel de chocolate, ¿Verdad?— El contrario asintió y eso bastó para que el mesero se fuera. Woosung no sabía que era ese sentimiento hermoso en su pecho, o el porque una sonrisa adornaba su rostro.

Se sentía extrañamente feliz al saber que aquél apuesto mesero recordara su existencia, aunque no de él modo que el deseaba. Antes de poder darse un golpe en su cabeza por su estupidez, llegó el dueño de sus más recientes pensamientos con la orden que había pedido y la puso enfrente suyo. Woosung agradeció y lo miró, con esa sonrisa cálida y ese atractivo rostro, ¿Acaso no estaba en el cielo?

—Hyung, mi turno esta a punto de acabar, ¿me esperaría un poco para poder cenar juntos?— Su voz volvió a sacarlo de sus pensamientos, el mayor asintió rápidamente y observó como se alejaba para continuar trabajando.

Se dispuso a darle la primera mordida al pastel de chocolate, pero el sonido de su teléfono lo detuvo, indicando que alguien lo llamaba, por lo que se apresuró para lograr atender a tiempo.

—"Amor!, ¿Cuándo vas a venir a casa?"— La chillona voz de su novia casi lo deja sordo, por lo que alejó al teléfono de su oreja a tiempo.

—Oh, lo siento mucho Dahyun, pero no creo que pueda ir a tu casa, estoy muy ocupado resolviendo un asunto— Habló bajito, pues esa era una técnica para calmar a su novia por si se llegaba a molestar con él.

—"Está bien, una de mis amigas va a tener un recital de ballet y realmente quiero ir, ¿Me podrías acompañar?"— Woosung asintió con pocas ganas, pero que podía hacer, ella era su novia y era lo mínimo que podía hacer. Colgó la llamada al ver que el apuesto castaño se acercaba hacia el.

Traía un tazón, y dos palillos chinos, ya no llevaba el uniforme de mesero, sino un sueter azul y un pantalón de mezclilla. Tal vez era la vestimenta más simple que Woosung había visto pero, se veía bastante bien.

Tan pronto llego a su misma mesa, se dispuso a comer de su sopa, por lo que el mayor imitó su acto y por fin probó el pastel de chocolate.

[...]

Pasaron 15 minutos, los cuales fueran suficientes para saber varias cosas del contrario, ahora sabía que el apuesto castaño se llamaba Lee Jaehyeong, medía alrededor de 181 cm y que era un orgulloso fan del grupo Rookie, Twice. Woosung tampoco se quedó atrás, le platicó que era estadounidense, su nombre inglés, y cómo ansiaba componer música y tocarla para todo el mundo, algo que para el menor se le hizo tierno.

Los dos ya habían terminado de comer, solamente el mayor tomaba una bebida de frutas, mientras silenciosamente veía el hermoso rostro de concentración de Jaehyeong mientras jugaba Candy Crush. Y justo en ese pequeño momento, volvió a sentir algo especial en su corazón. En ese mismo instante, el castaño dejó de ver su teléfono y miró a los ojos a Woosung, el también gozaba del mismo sentimiento en su pecho.

Los dos se mantuvieron un contacto visual bastante largo, parecía como si con una simple mirada leyeran los pensamientos del contrario, solamente una persona los logró sacar de esa burbuja que habían creado, anunciándoles que ya iban a cerrar y que sería mejor que ellos dos se fueran.

—Bueno, supongo que es todo por hoy. ¿Tienes mi número, verdad?—Habló Jaehyeong con energía, Woosung asintió nervioso al ver la gran distancia que se llevaban los dos en altura—. Hasta luego hyung, buenas noches.

El menor se acercó hacia él y le plantó un beso en su frente para después irse con una sonrisa en su rostro, dejando a un Woosung feliz y sonrojado.

Born to love you (jaesung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora