『Es importante aclarar que este episodio es un poco oscuro, (no tanto como el anterior), sigue siendo tu decisión si deseas leerlo, de lo contrario eres libre de irte y esperar a la siguiente actualización』
—Es muy divertido, es apuesto, tiene ojos muy bonitos y su sonrisa es hermosa— Jaehyeong habló emocionado, sus ojos brillaban cual estrellas y juntaba sus manitos con las de su hermano.
—¿Y sabe inglés?— Preguntó Hajoon con sus brazos cruzados, frunciendo su ceño junto con un leve tono de desconfianza; no confiaba tanto en aquél tipo que su hyung le describía.
—¡Claro que si! Es más, vivió durante un tiempo en Estados Unidos— La respuesta del mayor fue finalizada junto con un tierno gritito. Sin embargo, cuando vio el rostro molesto de Hajoon, suspiró cansado— ¿Sabes hermanito?, Cada vez que estoy con el, puedo sentir como mi corazón late fuertemente, me hace sentir tan bien, y estoy 100% seguro de que el no es como Dojoon.
La puerta se abrió lentamente, dejando ver a un hombre (no tan alto) de cabello blanco, piel algo bronceada y ropa linda. Entró y se sentó al lado de Jaehyeong, quien se encontraba sentado en el piso.
—¡Hola! Mi nombre es Sam y me gusta el ja...
—Di algo en inglés.
Jaehyeong quería darse un tope con alguna pared, a veces su hermano pequeño llegaba a ser algo... curioso.
—Your brother is so handsome and i love him— Woosung tenía sus mejillas sonrojadas y se encontraba mirando pícaramente al más alto.
Hubo un extraño silencio por parte de todos los presentes, los dos menores no entendieron ni un quinto de la frase mencionada por el rubio, mientras que el mencionado pensó que los dos habían entendido lo que el dijo.
—¿Y eso que significa?—
[...]
La tarde había pasado divertida para ellos, Woosung le enseñaba palabras en inglés a Hajoon, y le contaba divertidas historias que había vivido en Estados Unidos, todo bajo la amorosa mirada de Jaehyeong.
—¿Sabes Hyung? Le gustas mucho a mi hermano, incluso ya te veo como mi cuñado— El menor habló de repente, interrumpiendo a Woosung para dejarlo sin palabras, al igual que Jaehyeong, quien casi se ahogó con su propia saliva—. Me caes muy bien. Por lo tanto deberían casarse en una catedral, yo mismo haré los anillos de paleta..
—Perdón, pero la hora de visitas ha terminado— Habló una enfermera, al por fin reaccionar, Jaehyeong se despidió de un beso para después irse en sus propios pensamientos, ¿Por qué su hermano tenía que ser así? Ahora temía de que Woosung se enojará con él.
Siempre sucedía así con él, sus sentimientos se daban a conocer y todos huían de él. Había pasado una dura adolescencia por parte de sus gustos y por culpa de eso mismo, sus padres..
—J-jaehyeong, ¿Estas bien?—Woosung corrió al ver que el menor se había desplomado en el suelo, pero se preocupó aún más al ver lágrimas en los ojos del castaño. Con cuidado lo levantó del suelo y lo llevó al exterior lo más rápido posible.
—Si.. Ya sabes que mi hermano es un poco parlanchín, puede decir unas que otras mentiras..— Jaehyeong con dificultad se separó de Woosung y lo miró con algo de discreción.— Perdón por la molestia, pero me tengo que ir, adiós hyung.
El ahora rubio suspiró y enfocó su vista al casi estrellado cielo, sintiendo como unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos, deseaba que eso que Hajoon había dicho se hiciera realidad. A él en verdad le gustaría casarse con Jaehyeong, pero consideraba casi un año de conocerlo como muy rápido para eso, incluso para pedirle ser su novio.
Algún día.
[...]
Medianoche. Las enfermeras y guardias se encontraban jugando póker, demasiado alejados del cuarto en que cierta personita estaba. Y de otras dos personas coladas, con las peores intenciones hacia el pequeño Lee.
Dojoon se apegó a la pared donde se encontraba la última cámara de su camino: la más cercana a la habitación de Lee Hajoon. Cubrió una trapo negro alrededor de ella y sonrió complacido.
Movió su cabeza en forma de señal para que la menor le siguiera, pero por culpa de la tenue luz, Dahyun no lo pudo ver. Así que tomó su mano de un modo brusco. Abrió la puerta con disimulo y en un silencio absoluto, dejó que entrará su amiga para después cerrar la puerta y prender la luces de la habitación.
—Bien dubu, este mocoso esta durmiendo, pero dudo que sea de sueño pesado, así que hay que apresurarnos — De la mochila que el mayor traía en sus hombros, sacó un cuchillo, una almohada en forma de oso y una tijera, al ver la dudativa mirada de la menor, rodó sus ojos.— Por si es duro de matar. Ahora Dahyun, intenta desenchufar el cable de esa televisión médica, y antes de que digas que no es una televisión médica, no me juzgues, no soy un sabiondo.
Dahyun se acercó al enchufe y desconectó los dos cables que se encontraban conectados a este mismo. Los dos intrusos giraron su vista para ver la reacción de Hajoon, sin embargo el monitor cardíaco todavía daba señales de vida en el menor. Aunque sus latidos poco a poco se hicieron más rápidos.
Dojoon se apresuró a cortar todos los cables que existieran en aquella habitación. No solo para acabar con la existencia de Hajoon, sino para que también no haya comunicación entre los doctores o enfermeras a esa habitación.
—E-em.. oppa, él está escupiendo sangre— Habló la menor paralizada en su lugar, mientras observaba como Hajoon empezaba a convulsionar mientras escupía violentamente sangre.
—Oh mierda, deja de hacer esas asquerosidades. No recuerdo que Jaehyeong te enseñará a hacer este tipo de cosas— Dojoon agarró la almohada y la colocó en el rostro del menor aplicando presión.— Dubu, toma el cuchillo de la mesa y piensa en lo tanto que te ha destrozado Lee Jaehyeong por meterse con tu novio.
Dahyun tomó el cuchillo y se acercó al cuerpo que aún convulsionaba, pensó en los maravillosos días que había pasado junto con Woosung, pero recordó que cierta persona los había separado, así que ahora, podía vengarse de lo tanto que sufrió.
Alzó su temblorosa mano y acuchilló el cuerpo tantas veces que fue inevitable mancharse ella misma, pero eso no le importaba, solo tenía en su mente algo, vengarse.
—Buen trabajo dubu, ahora tenemos que largarnos de aquí.—Habló el mayor tan pronto aquel monitor lanzó un sonido anunciando que Hajoon falleció, sonrió al ver que por fin había cumplido su venganza. Pero Dahyun sólo veía a sus manos (protegidas por unos guantes de látex) llenas de sangre mientras pensaba en varias cosas.— No tenemos todo el tiempo, apresúrate. Ah, también lávate esas manos.
El mayor procedió a colocarse su capucha para evitar ser reconocido en caso de que alguna cámara les haya captado en su crimen. Se fijó en Dahyun para después abrir la puerta y salir corriendo, pero aunque la pelinegra había intentado alcanzarlo, jamás lo logró encontrar.
Ahora sólo debía salir de aquél edificio.
[...]
Las manos de Dojoon igualmente se encontraban llenas de sangre, pero el no se sentía decepcionado hacia sí mismo, sentía una satisfacción, algo dentro de su ser que le gritaba a su oído con ansía: "¡Hazlo de nuevo!". El único tornillo que le quedaba en su cabeza cayó, confirmando que Park Dojoon había perdido su cordura y que no tenía ni siquiera idea de lo sangrientos que iban a ser sus siguientes actos.
—Eres el siguiente, Kim.
