Volando a Birmingham

Capítulo 3

*Narra Kiara*
Me senté en esa cama la que sería mía por estos tres meses, cogí la bolsa que me había dado Adam, como él ya sabe la bolsa era de color morado, pero no era un morado normal y corriente era ese tipo de morado que no es ni claro, pero tampoco es oscuro, nose es muy raro de explicar, cuando abrí la bolsa me dí cuenta que había varias cosas, lo primero que saqué era una caja, no era muy grande por lo que debía haber algo pequeño. Cuando abrí la caja empecé a llorar, porque en ella había dentro una foto de los dos, es una de las fotos que más me gusta y detrás ponía " TE QUIERO PRINCESA❤"

Luego saque lo que parecía un cojín, en el estaban impresas fotos de los dos sobre algunos de nuestros viajes de fin de curso, y abajo en la esquina derecha estaban bordados nuestros nombres "ADAM&KIARA"

Había una última cosa, que iba con un papel en el que decía "esto solo lo puedes abrir cuando te vayas a dormir", aunque me mataba la curiosidad, decidí no abrirlo y esperarme hasta la noche.

De repente entro a la habitación mi "hermana" y se me quedo mirando como si tuviera monos en la cara, por estas situaciones me arrepiento de haber venido, se sentó en la cama y como quien no quiere la cosa me empezó a hablar.

Conversación con Lia

- Eh, ¿se puede saber que estás haciendo, aquí sola? - me dijo con esa voz tan insoportable.

Decidí ignorarla, no quería que nadie me molestase.

- Respóndeme - me dijo con voz prepotente.

- Nada, no te importa - la dije intentado guardar todo en la bolsa.

- Estás en mi casa, asi que dilo ya - me seguía insistiendo.

- Bueno, ¿y qué pasa si no te lo digo? - la dije ya cabreada. De verdad que no la soporto.

- Pero bueno si se me va a poner chulita, si te crees alguien importante te vas, eh - me dijo haciendo un gesto de que me fuera.

- Que sí - la dije, para que me dejara en paz.

Cogí la foto de Adam y empecé a llorar al recordar lo feliz que estaba ese día de verano. Lia me vio y se acerco.

- ¿Que te pasa? Yo solo lo decía de broma, no te pongas asi porfavor - me dijo con preocupación y me abrazo.

- No nada - la dije. Desde luego esta chica es que es bipolar.

- ¿Y este? ¿ Es tu novio? - me cogío la foto de las manos y empezó a observar a Adam.

- ¡¿Queee?!, ¿mi novio?, no, es mi mejor amigo - la dije riendome, pues al final no va a ser tan rara.

- Pues esta muuuy bueno - me dijo afirmando con la cabeza.

- ¿Es que tu no tienes un mejor amigo? - la pregunté.

- Que va, lo más cercano que estoy a un chico, en el tema de amistad, es mi primo que tiene dos años más que nosotras - me dijo echandose las manos a la cabeza.

Llego la madre de Lia de trabajar, nos hizo la cena, y nos llamó para que bajaramos a cenar, pero cuando ya estabamos sentados en la mesa llamaron a la puerta.
Fue a abrir Lia la puerta, para su sorpresa era su abuela, ella se fue corriendo a su habitación y yo me fui con ella.

Conversación con Lia

- ¿Qué pasa?, ¿porque te has subido tan rápido? - la dije algo fatigada, por haber subido tan rápido las escaleras, ya que la educación física no ha sido lo mío nunca.

- Mi abuela que es muy pesada, quiere que sea como ella a su imagen y semejanza - me dijo molesta, con lo que parecía su abuela.

- Bueno, pero ¿tan grave no debe de ser, no? - la pregunté, pero ella se echo en la cama para irse a dormir.

- Me voy a dormir ya, mañana te enseño la ciudad un poco, si quieres - me dijo esquivando mi pregunta, parece que no la gusta hablar de ese tema.

- Eh, vale como quieras - la dije y yo también me metí en la cama.

Pero me acorde de lo de Adam, del regalo misterioso, cogí la bolsa y cogí lo último que quedaba, era una camiseta suya de Levi's, que era mi preferida, puesto que la llevaba cuando me dijo por primera vez "princesa", la olí y olía a él, ese olor a ese perfume 212 VIP, desde luego a partir de ahora ya sabía cual iba a ser mi pijama.

- ¿Es de tu mejor amigo? - me preguntó Lia que se había desvelado, desde luego mira que es rara.

- Sí, es mi favorita de todas las que tiene - la dije abrazando la camiseta.

- Pues que suerte tienes porque a mí ni mi primo, ni nadie me regala nada, y por cierto lo más seguro es que mañana se venga a comer - me dijo dejando ver una sonrisa.

- Ah pues a conocer a la familia - lo dije una vez que se había dormido Lia.

Nos dormimos y solo espero que mañana el día pase rápido.

A la mañana siguiente...