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Al día siguiente tan pronto se levando noto un leve dolor de cabeza causado por haberse desvelado, fue a la cocina y se preparó un café muy cargado para que la cafeína le despertara un poco y finalmente decidió darse una ducha rápida para despejarse completamente antes de ir a entrenar.

Al llegar al Cricket club y ver a Brian le vinieron a la mente las palabras de Yuzuru, lo poco que había leído, y sonrió imaginándose al joven japonés cruzando por primera vez las ya conocidas puertas del club. Miro a su alrededor intentando recrear las emociones que Yuzuru trasmitía en aquellas pocas palabras y recordó también sus propias emociones, los nervios que le habían atenazado el primer día y la alegría.

"A veces pequeñas cosas como esa, pararse un segundo a observar, mirar a tu alrededor como si fuera la primera vez que lo ves todo, esas cosas traen consigo la más genuina felicidad."

Al llegar a casa después del entreno se sentó en el sofá, no sin antes coger la libreta que esperaba sobre su mesita, la abrió de nuevo, esta vez sin culpa y empezó a leer.

Lo primero en lo que se fijo es que en la nueva pagina aparecía su nombre.

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Antes solo veía a Javier Fernández desde lejos, estaba acostumbrado a eso, a verlo en las competiciones, sobre el hielo.

Ahora que lo veo todos los días... Es raro, es divertido, aunque no podamos hablar mucho ya que no entiendo muy bien el idioma, por eso empecé este diario para ser mejor.

Me gustaría ser mas cercano a él, pero por ahora solo entrenar a su lado me hace feliz.

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Con cada palabra de Yuzuru la sonrisa en el rostro de Javier se ensanchaba, se sentía un poco idiota por ello, pero esas pocas frases en la que el japones hablaba de él le hacían inmensamente feliz sin saber muy bien la razón.

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No salgo mucho de casa porque no conozco Canadá, me intimida un poco estar en un sitio desconocido.

Me alegro de que mamá este aquí conmigo.

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Un sentimiento de ternura invadió el pecho del español y la amplia sonrisa se convirtió en una suave, acompañada de una mirada cariñosa. Javier se sentía feliz por haber abierto el cuaderno a pesar de la culpabilidad inicial, le hacia feliz poder conocer más a Yuzuru, poder ver las cosas como él las veía, porque, aunque eran cercanos tras muchos años juntos el español siempre había sentido una especie de barrera entre ellos y ahora esa barrera parecía difuminarse.

Empezó a pasar la páginas parándose solo en aquellas que llamaban su atención, en las que salia su nombre sobretodo, no estaba muy seguro del motivo pero quería saber como se veía en los ojos del asiático. Que pensaba Yuzuru sobre él. Que había escrito.

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Cada día que pasa me gusta más entrenar, siempre me gustó el hielo pero ahora tiene algo más. Cuando patinamos podemos entendernos sin necesidad de palabras.

Me gusta patinar con Javier.

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Hace unos meses que vivo en Canadá, a veces es difícil y tengo ganas de llorar pero verle lo hace todo más fácil. Es como tener un amuleto de la suerte.

Javier a veces llega al entrenamiento sin desayunar, Brian siempre le sermonea con cariño. Quizás debería pedirle a mamá que prepare un bento para él.

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El móvil de Javier comenzó a sonar, interrumpiendo su lectura. Cerró el cuaderno con una sonrisa imborrable en su rostro.

Sacó el smartphone del bolsillo y lo desbloqueó para ver quien le había mandado un mensaje, después de un simple click en la notificación el chat se abrió en la pantalla. Respondió por educación pero no era nada importante así que silencio el teléfono para que no volviera a interrumpir su lectura.

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Hoy no tengo nada que escribir así que para seguir practicando mi inglés voy a hacer una lista de razones por las que me gusta patinar.

1. Cuando salto es como si volara, como un pájaro.

2. La sensación de estar sobre el hielo, no se explicarlo.

3. Poder viajar

4. ...

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Javier entrecerro los ojos intentando descifrar que era lo que ponía en el punto 4, o bueno, que había tratado de borrar Yuzuru más bien, porque donde debería haber palabras había un borrón. Podía descifrar alguna palabra y partes de otras pero no formaban ninguna frase coherente.

"Conoce...a...patin...ier...nand...Canadá..creo...m...gusta"

Al no conseguir entenderlo decidió olvidarse de ello, de todos modos si Yuzuru lo había tachado era por algo.

Effie subió al sofá de un salto acercándose al regazo de Javier mientras maullaba, el español le sonrió a su gata, sus padres le habían dicho que no tuviera mascotas y menos un gato, que ya llegaba con que tuviera que tomar antiestaminicos cuando iba a España de visita pero Javi no podía resistirse a los encantos de los felinos, tuviese o no que medicarse por su culpa. El animal estiro sus patas hacia Javier mientras lo miraba con sus redondos ojos suplicantes, maullo de nuevo y el español le acaricio la cabeza.

-Que pasa pequeña? Tienes hambre?

La gata maullo de nuevo por lo que el joven se levantó del sofá para ir a buscar la comida de su mascota. Effie lo siguió rápidamente mientras pedía comida sin pausa, al ver como Javier vaciaba el bol de comida para gatos en su comedero se acerco a el restregandose contra su pierna y ronroneando, Javi le acaricio de nuevo la cabeza.

- Muy bien, si, ya sé. Ahora come.

Tiró la lata a la basura y volvió al salón, el atardecer comenzaba a oscurecer la sala y poco le apetecía seguir leyendo, suspiro mientras recogía la libreta para dejarla de nuevo en su mesita de noche. Aún tenía que echar a lavar la ropa del entrenamiento y hacerse la cena, ya leería un poco más antes de dormir. O eso planeaba, pero tan pronto su cuerpo toco el colchón se sumió en un profundo sueño.

***

Hola!!
Espero que os este gustando.
Intentare publicar una vez por semana como muy tarde ❤

Blue diary [Yuzuvier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora