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Brian le sonrió al día siguiente a un Javi despeinado, se había quedado dormido y aún que el cricket no quedaba lejos de su apartamento había tenido que ir corriendo.

-Perdona Brian, ya me cambio ahora y voy a la pista.

El mayor asintió mientras entraba a su despacho, cuando Javier salió del vestuario dispuesto a entrar al hielo Brian lo detuvo y le tendió una barrita energética de cereales.

- Venga, come eso y vamos a trabajar.

El joven sonrió mientras obedecía a su entrenador.

- Gracias.

- No es nada, sigues igual que hace años eh.

- Eh, no lo digas como si me quedara dormido siempre!

Ambos rieron y se pusieron a trabajar en la rutina de Javier. Solo quedaban unos días para las Olimpiadas y lo único que podía hacer era ensayar y ensayar hasta lograr la perfección.

Al terminar el entrenamiento y después de cambiarse Javi se acercó a Brian para agendar su viaje a Pyeongchan. El mayor le dijo que en dos días como muy tarde tendría que irse para poder prepararse allí antes de la competición, el español asintió y se despidió.

-Ah, y no te olvides la libreta de Yuzuru!

-Si! No te preocupes, hasta mañana!

No, Javier no iba a olvidarse de esa libreta en mucho tiempo, justo al llegar a casa tenía una cita con la misma.

Lo primero que hizo al llegar a casa fue alimentar a Effie y poner la lavadora, de esa manera la gata no lo molestaría, aún que bueno ese bichito nunca era molestia, y no tendría que dejar la lectura a medias para limpiar la ropa. Ya pondría la secadora a la hora de cenar.

Silenció su móvil y se acomodó en el sofá con la libreta en las manos, la parte de él que se sentía mal por violar la privacidad de Yuzuru estaba completamente atada por la parte que quería leer hasta las hojas en blanco de la libreta, no fuera a ser que hubiese algún mensaje oculto. Miró hacia el reloj y suspiró, en dos días estaría en Corea, vería a Yuzuru y tendría que devolverle la libreta, así que tenía que leerla entre hoy y mañana... Porque no soportaría quedarse con la curiosidad.

Solo había leído unas pocas páginas, pero para su sorpresa no había muchas más escritas, parecía que escribir diariamente no era lo de Yuzuru, sonrió, algunos textos tenían fecha, otros no, otros eran garabatos y frases cortas. No los leyó, simplemente pasaba las pagina para calcular si podría leerlas todas antes de irse o en el avión.

Después de ojear el cuaderno lo abrió definitivamente, retomado la lectura.

~~~

Acabo de encontrar este diario. No debería haberlo escondido...

Leyendo las primeras páginas recordé el motivo por el que entreno en Canadá, aunque lo haya tachado de la lista de cosas que me gustan de patinar. Es vergonzoso, y lo peor es que ese sentimiento solo ha crecido en mi interior. Pero ahora mismo hay algo más importante...

Solo faltan unos días para las Olimpiadas...

Estoy nervioso, solo puedo pensar en entrenar, siento mucha presión pero no quiero que los demás se preocupen, aunque él parece notarlo siempre y intenta hacerme reír y ayudarme.

A veces me gustaría ser como Fernández, en España el patinaje no es un deporte importante... Da igual si gana o no medallas, no tiene esa carga sobre sus hombros... Lucha por y para si mismo. Es genial.

~~~

El español se sintió un poco ofendido por ese comentario, pero sabia que el japones tenia razón. Sobretodo teniendo es cuenta que eso había sido escrito hace años y en ese entonces no lo conocía nadie, solo ahora que era cinco veces ganador del europeo, a saber cuantas del nacional y que tenia un par de medallas del Mundial si que tenía más reconocimiento en su país, pero se lo había ganado a base de esforzarse día tras día y de lograr cosas impresionantes. Y aun así jamas seria como la presión que Yuzuru enfrentaba y Javier lo sabía.

Suspiró, no era la primera vez que se imaginaba como sería estar en el lugar de Yuzuru, había visto al japonés a punto de quebrarse muchas veces a los largo de los años que llevaban entrenando juntos y siempre intentaba animarle, casi siempre con éxito. Miró hacía el infinito mientras pensaba que pasaría con Yuzuru una vez él se retirara, sabía que Brian lo apoyaría e intentaría que la presión no le sobrepasara pero una parte de Javier quería quedarse solo por él, para poder vigilarle y ayudarle, a veces veía al japones con un cariño especial, había un sentimiento en su pecho que Javier había catalogado como amor fraternal, como si Yuzuru fuese su hermanito, a quien debía proteger, por el simple motivo de que no le gustaba verle mal.

~~~

Es frustrante. Odio esta sensación, se que debería estar contento pero no puedo.

Conseguí ganar, aún no como, aún no puedo creerlo... Pero yo, Yuzuru Hanyu soy campeón olímpico. Pero no puedo sentirme completamente feliz, no sabiendo que él se quedó a las puertas del podium.

Además, no pude cumplir mi promesa... Me prometí a mi mismo antes de salir al hielo que si conseguía una medalla me confesaría... Pero no podía confesarme al verle así. Aún no entiendo como puede sonreír de una forma tan brillante cuando puedo ver en sus ojos lo mucho que le duele.

Sobretodo después de todo el estrés que tuvo que enfrentar por un mal comentario solo porque los periodistas lo malentendieron...

Después de todas las veces que él me sonrió y me animó decidí que iba a hacer lo mismo, porque aunque quedó cuarto... Quería que él supiera que para mi es el mejor.

Estaba nervioso. Estuve a punto de decirle lo que sentía por él en ese momento pero no pude...

~~

Javier dejó de leer. No entendía lo que Yuzuru había escrito, que significaba aquello.

Se acordaba del chico, temblando por haber ganado el oro, con lágrimas en los ojos, incrédulo. Se acordaba de lo nervioso que estaba, de la felicidad que desprendía por ser el campeón, se acordaba de como se había acercado a animarle cuando los periodistas se habían dispersado, con una pequeña sonrisa y un par de palabras en ingles mal pronunciadas, siempre lo recordaría, era uno de esos momentos que guardaría en la caja fuerte de su corazón, y a pesar de ello el español seguía mirando la libreta con expresión ausente, porqué aunque el japonés no lo había escrito directamente se veía que hablaba de él todo el tiempo.

Sus ojos se paseaban por las mismas lineas, como si de pronto solo ellas existieran en la hoja.

"Me prometí a mi mismo antes de salir al hielo que si conseguía una medalla me confesaría... Pero no podía confesarme al verle así. "

Algo dentro de Javier se agitó, pero el chico no sabía el que. No era capaz de entender sus propios sentimientos, una parte de el se regocijaba, y con voz cantarina le susurraba al oído.

-Yo ya lo sabía! Te lo dije, a ese chico le gustas.

Pero otra parte de él miraba incrédulo la escena, escéptico.

-Eso fue hace 4 años, además, podía tratarse de cualquier cosa, una confesión no tiene por que ser amorosa.

Javier cerró los ojos unos minutos mientras sus otros yo discutían, intentando ser objetivo con la situación, la parte que decía que eso había sido hace mucho tiempo tenía razón, pero una corazonada le decía que el primero tampoco estaba equivocado.

Callando sus pensamientos decidió seguir leyendo, quizás el propio Yuzuru tenía algo más que aportar.

Blue diary [Yuzuvier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora