Blue diary [Yuzuvier]

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Hola a todxs!
Antes de empezar quiero aclarar que esto es un capítulo piloto. Si veo que interesa aunque solo sea a 2 personas seguramente siga la historia.
Y sin más preámbulos... Acción.

Edit:
Como veo que si hay personas interesadas pues... Espero que os guste! 😳

* * *

-Brian, esto es tuyo?

Javier sostenía un cuaderno azul entre sus manos, mostrándoselo a su entrenador con mirada interrogante. El mayor miró el cuaderno, negando con la cabeza.

-Donde lo has encontrado?

-En los vestuarios -Se rascó la nuca pensativo -será de Yuzuru?

-Si es suyo debió habersele caído justo antes de irse.

-Ya se ha ido? No me ha dicho nada.

-Ya sabes como es... Cuando se concentra en algo se olvida del mundo.

-Ya... En fin, supongo que tendré que devolvérselo cuando lo vea...

-Eso parece, guardalo en la maleta, así no se te olvidara.

-Si, eso haré. Gracias Brian.

Javier se despidió con una sonrisa mientras salía del Cricket Club después de haber estado entrenando como cada día.
Suspiró mientras abría la puerta de su apartamento, Yuzuru siempre hacía lo mismo, llevaban años entrenando juntos y aunque lo apreciaba enormemente parecía existir una barrera entre ellos que solo desaparecía sobre el hielo.

Tiró la mochila en el sofá y encendió la playstation, jugar unas partidas al Call of dutty siempre le ayudaba a relajarse, y teniendo en cuenta que las Olimpiadas se abalanzaban hacia él como un perro hacia un chorizo, relajarse era algo que necesitaba desesperadamente.
A pesar de ello no lograba enfocarse 100% en el juego, por lo que terminó frustrándose al ver como su equipo perdía por tercera vez consecutiva. Cansado de las derrotas lanzó el mando, que colisionó con su mochila, haciendo que esta cayese al suelo.

Javier se levanto suspirando mientras apagaba la consola, recogió la mochila y la llevó a su habitación para colocar las cosas que llevaba en ella, separó la ropa sucia de la limpia, echando la primera en el montón para la lavadora y finalmente cogió la libreta azul, se sentó en la cama mirándola, la hacia girar en sus manos mientras miraba mas allá de ellas, hacia el horizonte, con la mirada perdida y la mente en blanco.
La libreta se dejaba manosear sin queja, giraba y se retorcía bajo el toque del español, hasta que torpemente se resbalo de sus manos cayendo sobre la cama.

Abriendose.

Javi la recogió al momento y aunque no pretendía hacerlo sus ojos recorrieron la pagina abierta efímeramente, reconociendo unas pocas palabras en ella.

Su nombre.

Abrió la libreta de nuevo a pesar de que una parte de él se sentía molesta por ello, porque era violar la intimidad del dueño de la libreta, pero otra parte de él estaba curiosa...

Aunque claro, la curiosidad mató al gato.

Pasó varias páginas sin detenerse mucho en ellas, buscando aquella en la que había visto su nombre. No quería aumentar sus sentimientos de culpa leyendo algo que no tenia relación con él, pero mientras ojeaba la libreta descubrió que aquella hoja por la que se había abierto no era la única en la que ponía su nombre, prácticamente en todas había alguna alusión a su persona. Javier cerró la libreta azul y la dejó encima de la mesita de noche.
No podía hacerlo, la culpabilidad le estaba ganando y ahora que sabía que su nombre se repetía a lo largo del cuaderno era consciente de que leer solo una pagina no saciaría su curiosidad.

Terminó de ordenar sus cosas y se hizo la cena. La imagen de la librera no abandonaba su mente. Cenó acompañado de dudas y suposiciones. Acompañado por una curiosidad que tenía más hambre de la que él tendría nunca, y eso que Javier siempre tenía hambre debido a los entrenamientos.

Intentando ignorar la presencia del cuaderno sobre su mesita de noche se metió en cama y apago la luz.
El cansancio provocado por el entrenamiento le ayudo a dormir.