Prólogo

13 0 0
                                    

Años y años desde que existen estos problemas y culpa de una pelotudez de adolescentes se empezó a tenernos en cuenta.
Nunca sabremos porque antes no se produjo un evento de esta magnitud o porque se intentó mantener todo en secreto. Las teorías pueden ser infinitas pero no llegan a nada.
Toda esto lo viví en carne propia y todo esto se inició cuando contaba con unos dulces quinces años.
¡¿Quién iba a pensar que iba a terminar así?!
Me llamo Federico Hernández, nací y viví en Tucumán, y no se dan idea de cuanto me arrepiento de haberme metido en esto.
"Mensajeros de Dios", se hacen llamar estos espectros que acosan a ciertas personas, brindándoles cierto poder y usualmente drenando la poca cordura que algunos tenemos.
Y digo poca porque estos bastardos casi siempre suelen aparecer ante personas con problemas que en su mayoría, entran en un diagnóstico psiquiátrico.
Y como si fuera poco nos hablan, saben lo que pensamos y conocen todo de nosotros.
Pero volviendo al tema inicial:El accidente que hace que a estos "Mensajeros" se los tenga en cuenta fue el producto final de una serie de accidentes.
Esto también es una búsqueda de redención por los que se vieron arrastrados a este accidente, y sobre todo a aquellos arrastrados por mí, porque la culpa me consume hasta el día de hoy.

Hablemos de sentimientos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora