Jungkook es un alfa desterrado por su propia familia, y escapa a la ciudad para no sufrir más, encontrándose con Yoongi, a quien cuidará como si fuera su pareja predestinada.
Jimin es un omega, que no cree en las creencias ni en la Diosa Luna, y po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov Jungkook:
Decir que no me dolía todo el cuerpo al ponerme la ropa o moverme, era una cruel y estúpida mentira. Porque sí, parecía que en vez de ropa, me estaba pasando por el cuerpo lava o espinas. Joder, es que arde y duele un montón.
—¡Agh! —suelto un gruñido, mientras me termino de poner las botas cremas, que Yoongi había dejado para mí—.
Y ni siquiera podía moverme mucho, solo lo necesario como caminar. Que dolor, siento que en vez de ayudarle a Yoongi, solo le daré problemas y más problemas.
—¡Vámonos ya, mocoso! —escucho la voz amortiguada por la puerta, proveniente de aquel pelinegro de baja estatura y sonrío—.
—¡Voy! —digo dirigiéndome a la puerta—.
Me pregunto dónde estará la ropa que llevaba puesta.
Abro la puerta, y me doy cara a cara con Yoongi.
—La boté, estaba hecha pedazos y olía a mierda. Por eso te traje ropa nueva —suspiro, no me acostumbraría a que leyera mi mente—.
—Gracias Yoongi —asiente con la cabeza, mientras empieza a caminar y yo le sigo—.
Caminamos por el hospital, mientras observo a la gente que pasa. Todos con batas blancas, otras con silla de ruedas y también personas acompañadas de enfermeras.
¿Una semana aquí? Me pregunto si Yoongi habrá cuidado de mí todo este tiempo.
Veo al pelinegro que está delante mío y esbozo una sonrisa. Es un lindo omega, pero, no tiene una marca de emparejamiento. Que raro.
Debe de haber muchos y muchas detrás de él, es lindo, amable y buena persona. ¿Quién no querría un omega como este? Y sumándole el don que posee, es sumamente hermoso y espléndido.
No cabe en mi cabeza, como es que pudieron llamarlo abominación, y también como alguien aún no lo reclama. O tal vez...
—Yoongi, ¿Puedo hacerte una pregunta?
—Claro —dice mientras sale por la puerta principal— tomaremos un taxi, no traje el auto.
Asiento con la cabeza.
—Pues... —miro a Yoongi— ¿Usted aún no tiene pareja?
—No me van los mocosos —toso instintivamente— sube, conejo.
Subo al taxi que yacía estacionado al frente nuestro, seguido de Yoongi. Me apego a la ventanilla y observo las calles pasar.
—No es eso... es que, no vi ninguna marca en su cuello...
—Ah, eso —volteo a verlo y él también lo hace, mientras se toca el cuello— supongo que la Diosa Luna aún no manda a mi pareja, o quizás no es el momento indicado para encontrarnos.
