Llegó a un pequeño barranco con una espléndida vista hacia el mar, empiezo a observar como el sol sale de su bello descanso pero de repente dejo de ver y en ese momento mi vida cambió. Desesperado intentó gatear sin tropezar utilizando mis 4 sentidos restantes pero empiezo a sentir con mis manos cortos pedazos de madera puestos uno tras otro, empiezo a sentir 2 largas varillas de metal y de repente oigo un silbido que cada vez se siente más cerca mientras que el suelo comienza a temblar, siento como aquello choca con gran impacto contra mi, siento como cada costilla, una a una empieza a romperse. En ese momento pensé que mi vida había llegado a su fin. Después de un tiempo escuchaba a lagunas algunas personas hablando. Pensé que eran ángeles o espíritus pero cuando intenté ver, seguí estando ciego así que me imaginé que estaba en un hospital, intente hablarles pero mi boca no transmitía ningún sonido. Cada vez iba perdiendo cada uno de mis sentidos; oí un poco de lo que decían los médicos ellos se encontraban muy sorprendidos, me dijeron que un tren impacto con mi cuerpo pero cuando me encontraron no tenía ni un rasguño. Días, tal vez semanas esperando a que alguien regresará por mi pero nadie volvió así que con sólo mi tacto y mi piso regrese al barranco sin saber donde estaba, cuando oigo el mismo silbido de antes y siento el mismo dolor, como cada uno de mis huesos se parten en mil pedazos.