dianhoa

Conversaciones necesarias

Narra Ainhoa

Me despierto por las caricias en mi mejilla que deseo que sean de Diana pero al abrir los ojos veo que son de mi padre que me dice que entro en media hora a trabajar y que era mejor que me despegara antes de empezar mi turno.

A: ven papa, vamos fuera que quiero hablar contigo un momento

P: ¿qué pasa Ainhoa?

Me dice mientras salimos de la habitación, ya cierro la puerta al tiempo que veo a Diana entrar por el hospital, luego me ocupare de eso, ahora toca darle la noticia a mi padre

A: a ver papa, ayer no te dije lo que tenia Sergio porque hubieras venido en seguida. Tiene un tumor en el colon

P: pero...

A: tranquilo

Le digo mientras le ayudo a sentarse en las sillas

A: relájate, todavía no sabemos si es maligno, hoy le van a hacer las pruebas necesarias para saberlo y hasta ese momento hay que ponerse en lo mejor

P: vale

A: así que ahora tienes que entrar ahí y poner tu mejor cara porque lo que menos necesita Sergio ahora son caras de tristeza. ¿Vale?

P: claro mi niña.

A: después me paso un rato y te traigo un café

P: adiós, te quiero

A: yo también te quiero

Nos despedimos con un beso y mientras voy a la sala de descanso me cruzo con Diana que ni me mira hasta que la agarro del brazo y sin querer hago que se quede demasiado pegada a mí, lo que provoca que Diana de un salto hacia atrás y mire a los lados. Es bueno saber que nada ha cambiado y que ayer hice bien en enfadarme con ella para que no estuviera cuando hable con mi padre

A: hola

D: hola Ainhoa, ¿quieres algo?

A: ¿Qué tal has pasado la noche?

D: ¡en serio! Madura Ainhoa

Me dice mientras se intenta ir, cosa que vuelvo a impedir

A: perdóname, no debí hablarte así ayer, fue muy bonito que te cogieras unos días por mí sabiendo lo mucho que te gustan las vacaciones fuera de aquí

D: tranquila, que ya les he dicho que vuelvo a trabajar.

A: joder, ya te he pedido perdón

D: tanto te molesto que me los pidiera. Solo quería cuidar de ti en estos momentos

A: no es eso

D: entonces...

A: lo hablamos después vale

D: como tú quieras, he visto antes al padre de Sergio

A: ¿al padre de Sergio?

D: si el hombre que hablaba contigo en la puerta de la habitación, ¿no?

A: no Diana, ese hombre es mi padre

D: Ah, y él sabe que tu y yo...

A: no, no sabe nada

D: menos mal

A: ¿ves?

Mierda, lo he dicho en alto, me doy cuenta de que esa palabra que debería haberse quedado en mis pensamiento la he dicho en alto cuando Diana me mira expectante y es que ver su cara de alivio al oír que mi padre no sabe nada hace hervir mi sangre y me harto, porque llevo dos días sin dormir y esta situación puede conmigo y ella aun sabiendo que me duele siente un alivio tan verdadero y real de que nadie más se entere que no se da cuenta

D: Que tengo que ver

Ya me he hartado y le voy a decir por que ayer no quise ni verla después de la noticia del tumor de mi primo