Chapter 2

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Ya quería irme.

12:30 pm

¿Qué ese profesor no se cansaba?

-Por último me queda decirles que quiero que hagan un ensaño corto de 1000 palabras, expresando el porqué de su elección hacia ese libro y una breve crítica. Eso es todo, pueden salir - Nos informa el profesor y como si de una carrera se tratara todos salimos en cuestión de segundos del salón.

-0-

Busco entre las cabezas de los estudiantes una melena incontrolable y una de color rojo. Malditas, nunca las puedo encontrar rápido y luego termino pareciendo una tonta.

Voy muy distraída y no noto cuando me choco con un bote de basura.

-Juepuerca! - Eso sí que dolió.

Me hago a un lado del maldito bote mientras me inclino un poco para poder sobar la zona de mi pierna golpeada.

No quiero mirar "disimuladamente" a mi alrededor para ver si alguien me vio, prefiero escucharlos reír a mis espaldas y ya, me moriría de pena si me diera vuelta y encontrara a un chico lindo, así que me imagino que solo son unos niños bobos feos e inmaduros los que me vieron y ya problema resuelto......... Necesito ayuda psicológica urgente.

Finalmente me canso de buscarlas y me voy a mi última clase del día.

Que dios me bendiga pues hoy empiezo mis clases de Literatura y estoy sola, genial.

Empezamos bien, empezamos bien.

-0-

-Disculpa- le digo a un muchacho que está atravesado en la puerta y no me deja pasar. Él se hace un lado y yo sigo mi camino hasta el fondo para poder sentarme en una esquina; no es que sea tímida o asocial es solo que enserio estoy cansada y el hecho de que mis dos mejores amigas no estén conmigo no ayuda mucho a que yo quiera poner una bonita cara a las personas.

Se me olvidó contarles la pequeña travesura de mis amigas en la hora del descanso, ellas fueron a arreglar "asuntos" con unas niñas y ya se podrán imaginar que todo termino en pelea por lo tanto terminaron en coordinación, es por eso que yo estaba sola en la última clase y salí a buscarlas con la esperanza de encontrarlas pero creo que si llamaron a sus padres, así que estoy sola por hoy.

Miro alrededor mío, viendo como mis compañeros hacen estupideces entre ellos para divertirse, uno de ellos se pone encima del escritorio mientras hace equilibrio con una pierna y con sus manos hace malabares, su equilibrio no le duro mucho y pocos segundos después su pierna se deslizó por uno de los orificios del asiento haciéndolo caer de una manera muy rápida, ocasionando un ruido ensordecedor que hace que todos los del salón volteen a verlo y seguido de eso todos estallamos en carcajadas por lo estúpido que ha sido su caída.

Muchos empiezan a gritarle cosas, mientras él se levanta riendo. Seguimos un poco más la burla hasta que una voz nos deja callados a todos.

-Bueno, al menos me ha tocado un grupo muy activo, ¿No es así muchachos? - Todos nos giramos en dirección a la voz gruesa y supremamente ronca que viene de la entrada del salón. No puedo ver quién es el dueño de esa voz por la cantidad de alumnos que hay parados al lado de la puerta interrumpiendo mi vista; pero no necesita ser una genia para saber que esas palabras son de nuestro nuevo profesor.

-Siga querido profesor, ¿Quiere intentar hacer malabares con nosotros?, Estoy seguro que la silla aguanta su peso - Grita el chico que hace unos segundos estaba en el suelo, hacia el nuevo profesor.

No, nosotros no respetamos a nuestros profesores, por si se lo preguntaban.

-No gracias, prefiero dejarle en sus manos el poder de seguir manteniendo con vida la teoría del porqué 'las mujeres viven más que los hombres', usted hace un gran trabajo explicando por qué los hombres vivimos menos que las mujeres - Contra atacó haciendo que todo el salón estalle en chiflidos por la humillación que le acaba de pegar al pobre chico.

Bueno y muy pocos profesores como él no se dejan de nosotros.

El chico solo lo miro mal mientras se sentaba en una silla.

-Buen tomen asiento - ordenó.

Finalmente todos los jóvenes se movieron lentamente de la puerta hacia sus puestos, dejándonos apreciar al hombre alto que permanecía de pie en la puerta del salón con un portafolio en sus manos.

¡Dios mío!

¿Ese hombre era real?

La boca de todas las chicas cayeron literalmente apreciando a nuestro nuevo model.. Digo profesor; yo no era la excepción pero bueno creo que yo lo sabía disimularlo mejor.

Ooh!  Daddy, Teach Me ×H.S×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora