Chapter3:-
Ya había pasado una semana desde la noticia. Por el momento solamente sus cercanos sabían de su estado.
Una sonrisa se le formó en el rostro al recordar el día anterior.
Jimin se había comprometido en acompañarla todos los meses a sus controles, como también; día a día durante los nueve meses y parto.
Era un lindo gestó de su parte.
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09:34 am.
-¿Cómo te has sentido? -preguntó colocándose en cuclillas frente a ella.-¿Necesitas que te llevé a la clínica? ¿Las pastillas las has tomado?-ella asintió a lo último.
Le besó la frente, para luego mirarla a los ojos.
-Jimin. Nos pueden ver.-observó a todos lados nerviosa.-No es seguro, lo sabes.
-Tranquila. Sólo quería saber de tu estado.Tú y mi hijo son mí prioridad.-le acarició la mejilla a lo que ella correspondió él gestó.-Te quiero tanto.-murmuró rozando los labios de la menor.
-Yo también.-susurró, para después besarle.
El besó duró poco, ya que la puerta fue abierta bruscamente desde afuera. Obligándolos a separarse.
-Buenos... Días.-miró a ambos sorpresiva mente.-Disculpen, no quería interrumpir.
-No Lisa.-negó.-Nosotros solamente...
-Llevarme el informé a la oficina por favor, lo estaré esperando.-se incorporó mientras evitaba el mirar de la recién llegada.
-S-sí. Sí Señor.
-Me iré primero.-se inclinó en señal de despedida y salió del cubículo compartido.
-Rose... No me digas que tú y él... -habló después de que él mayor se retirara. La mujer le miró aterradora mente.
-¡No! - exclamó.-¡Claro que no!-negaba moviendo sus manos de un lugar a otro.- Sólo a venido a buscar un...
-Amiga, no tienes que darme explicaciones.-cambió su expresión y sonrió acercándose a ella.-¿Entonces, cuánto tiempo tienes?
-Acabo de cumplir un mes.-murmuró bajando la mirada hasta su aún vientre plano.
-¿Me dirás quién es el Padre o no?-preguntó de la nada.
-Es un hombre sin importancia. Soló fue una vez, por eso... Me sorprendí de todo lo que está sucediendo.
Nunca me imaginé que yo... -suspiró dándose cuanta a donde iba.
-Es un bebé amiga.-le tomó de las manos apretándolas suavemente.-Si no me quieres decir, no te voy a presionar. ¿Si?
La pelinaranja asintió.
-¡Rosita! -exclamaron al momento de llegar.
-Chicas.-sonrió dándole la bienvenida.
-¿Aún sigues con molestos síntomas?-preguntó la Kim dejando sus pertenencias sobre el escritorio.
-Las náuseas han disminuido un poco. Lo normal por ahora.
