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Dicen que el poder y el dinero no compra la felicidad, pero en nuestro caso, fue una de las mejores maneras de asegurarla. Una muy efectiva.

Sentí gran satisfacción al ver la cara sorprendida de Kouki cuando pasaron la transmisión que había planeado con días de antelación. Todas mis horas de arduo trabajo, negociaciones y amenazas dieron frutos, ahora se lo pensarían dos veces antes de lastimar a mi emperatríz.

En los pocos días de vacaciones que nos quedaban, pude notar como Kouki recuperaba por completo su vitalidad y alegría, al fin estabamos dejando atrás los días de ansiedad y dolor.

Kouki regresó a clases con renovada fuerza y confianza, mientras que yo comenzaba a armar los detalles de mi tesis y tomaba mayores responsabilidades en la empresa. Tanto mi padre como yo, acordamos que tomaría el mando apenas me graduara, y aproveché para dejarle en claro mis planes de matrimonio, junto a una clara advertencia sobre lo que pasaría si osaba a interferir.

Cabe decir que después de esos contratiempos, todo fue viento en popa: Kouki se graduó con honores y consiguió trabajo en un lugar cercano a la empresa, yo tomé el control total del imperio Akashi, y nos comprometimos en la primavera siguiente a nuestra graduación.

Nos casamos un 12 de Abril. Decidimos esa fecha porque fue el día en el que nos hicimos novios, y ahora representaría el día en el que decidimos unir nuestras vidas para siempre. Fue un día especial, no,mi error. Todos los días a su lado son especiales.

Kouki, eres el mejor regalo que me pudo haber dado la vida.

Nuestra historia juntos... [AkaFuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora