¡Bienvenidos! En este libro encontrarán drabbles y one-shots de nuestro amado par ❤
❗️ Cada capítulo es independiente.
❗️ Pueden centrarse tanto en el canon de la historia original como en universos alternos.
💛 Gracias a Nadeshiko-anubis por el dib...
🔺KiriKami Week Prompt: Soulmate AU 🔺 University AU, Age gap
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Todos tenemos esta marca en una de nuestros antebrazos, un círculo acompañado de alguna figura que sirva como indicador, parecido a una brújula. Esta diminuta flecha, apunta en la misma dirección desde que tengo memoria. Ahí se encuentra mi persona destinada ¿será que vive muy lejos y por eso casi no varía su posición?
Cada noche me recargo al borde de mi ventana, observando las luces a la distancia, preguntándome dónde estará esa persona, si acaso mirará en mi dirección de vez en cuando o si se imaginará, al igual que yo, el momento en que nos encontremos por fin.
Hoy sigo la misma rutina de siempre, pero algo sucede.
La flecha se mueve en dirección contraria a la que siempre ha indicado ¿acaso se estará mudando? O tal vez fue a visitar a alguien lejos de su casa.
Sonrío ante mis propios pensamientos.
Ya llegará el momento.
-
— ¡Bakugou! ¡Ya no puedo con mi alma! ¡Esta cosa ha estado girando como loca desde el fin de semana!
Katsuki Bakugou, mi compañero de clase y amigo, observó con desinterés mi muñeca, donde la flecha de mi brújula se movía más de lo normal.
— ¿Se supone que está cerca?
— ¡No lo sé! ¡Por eso te pregunto a ti!
Bakugou alzó la manga de su sudadera con pereza, observando su propia brújula para después compararla con la mía.
Su expresión de desconcierto me hizo dar un respingo.
— ¿Y bien? —le pregunté, ansioso.
—Parece que tiene casi la misma sensibilidad que la mía... Pero Deku está en el edificio de a lado.
— ¿Sabes? A veces pienso que vigilas a Midoriya con eso—bromeé, a sabiendas de que Bakugou sólo me ignoraría porque sabía que estaba en lo cierto.
Sonreí ante el recuerdo de su última discusión. Por más que Midoriya intentara ocultarse de él, Bakugou no descansó hasta encontrarlo.
Sí que era un arma de doble filo.
—Deja de joder y pon tu puto brazo en la mesa—indicó con tono molesto.
Era divertido molestarlo.
— ¿No se está moviendo muy...?
Ambos fijamos la vista en mi marca, había comenzado a girar de manera bastante inusual.
El repentino silencio en el aula los alertó sobre la llegada de nuestro profesor. Tanto Bakugou como yo tomamos asiento en nuestros lugares contiguos, mirando aún mi brújula con discreción.
