The man from 4 walls [Wonkyun|Showhyung]

El juicio del ciego - Showhyung

La cabeza le latía del dolor, su cuerpo estaba recargado en el sillón de su casa, la cara mirando directo al techo. Su primera clase había sido pésima, sus estudiantes eran bastante torpes y no se exigían como deberían. Era obvia la razón por la que el profesor anterior había terminado renunciando. Incluso habían pensando en sacar la clase. Y de no ser porque la policía estatal lo había pedido directamente, lo hubiesen hecho. Ahora sentía que tenía doble carga, porque sus alumnos, aunque poco talentosos, parecían querer lograrlo. Y por otro lado, las fallecimientos inesperados eran... demasiado sospechosos para cualquiera.

Hyunwoo había pasado de ser profesor de baile a policía luego de ver como su hermano era asesinado por un supuesto ladrón. Había intentado salvar a un anciano y terminó muriendo. Desde ese entonces Hyunwoo tomó esos deseos protectores de su mayor como propios. Y decidió, por sus propios medios, que su destino era proteger a todos de lo malo, de lo nefasto. Así lo hizo hasta escalar en los agentes federales. Solía hacer trabajo de campo pero cuando se trataba de un ambiente extraño y mezclado, lo mandaban directo a la investigación. Podía no ser el mejor del mundo en descubrir los sentimientos de las personas, pero su intuición para los delincuentes y asesinos era muy buena. Tenía instinto, algo que se supone los humanos no tengan en absoluto.

Kihyun, su compañero, era bueno en prácticamente todo, podía descubrir hasta las cosas más mínimas con algo tan sencillo como la distribución de las palabras en un interrogatorio. Por eso estaba con él, en otro ala de la universidad, pero investigando el mismo caso. La naturaleza de los suicidios y accidentes era tan cotidiana que ya para todos resultaba un caso obvio de homicidios arreglados. El problema era, ¿quién? ¿quiénes? ¿y, por qué razones? Ninguna de esas personas tenía relaciones entre sí, o más bien, todos las tenían con todos de alguna forma. El lugar era un punto fundamental, era la ciudad de los ricos y a esas familias les gustaba relacionarse tan molestamente que un policía nunca podía saber si era un caso de amistad real o fingida. Peores que los animales. Rindiéndose honor para atacar cuando se los ve heridos.

Hyunwoo se frotó el rostro con enojo y finalmente se levantó de su asiento, terminando el café que tenía sobre la mesa ratona del living. Repasó con su mano derecha los nacimientos de los pelos de su barbilla y bostezando se giró, caminando directo a su baño para terminar de asearse. Ya pronto sería la hora de su primera clase de la mañana y tenía que encontrarse con Kihyun antes.

Quince minutos fueron suficientes para hacer todo y llegar al bar que estaba a unas tres cuadras de la universidad. Era un lugar acorde para comprobar la mirada del escenario que tenia cada uno.

Un muchacho de pelos claros rojizos y enrulados estaba sentado a un lado, bebiendo un café en vaso de cartón. Sus ojos parecían más grandes por unos gruesos lentes que casi le ocupaban toda la cara. Millones de pecas en su rostro le daban una expresión aniñada. Nadie podría notar que el chico era uno de los agentes federales más capacitados de la región.

—Son. Hyun. Woo. Llegas un jodido año tarde— blasfemó muy, muy bajo, comiéndose las palabras enseguida que lo tuvo cerca, mirándolo con los labios apretados. Hyunwoo solo llegó a reírse, se veía totalmente adorable y la ropa que llevaba no ayudaba en absoluto. Ya se había acostumbrado a las gigantescas gafas pero el conjunto era más de lo que podía disimular.

—Lo siento, ayer fue un primer día pésimo. ¿El tuyo? Recuerda mi nombre ahora por cierto, sería realmente malo que alguien te escuchara.

Susurró con calma, pues de todos modos no había absolutamente nadie en el bar. Se sentó frente al chico, apoyando la espalda en la silla, estirando dolorosamente su cuello. Unos minutos más tarde una muchacha tomaba su pedido, una sonrisa agradable en su rostro.

—Pues, nada relevante sinceramente. No en mi clase al menos. Hay potenciales criminales, pero ningún asesino. En esa universidad crean jefes, no asesinos. No de los que ejecutan al menos, tal vez los que dan el mandato. Temo que esto sea una pérdida de tiempo.