Capítulo 10

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Megan tocó la puerta de la Finca, Albert y Candy se miraron fijamente, Candy estaba rendida ante esos ojos azules.

-¿Qué hacemos?

-Tendremos que abrir la puerta- dijo Albert con pesar

*Ellos bajaron, Candy estaba un poco despeinada, Albert abrió la puerta y Megan los miró un poco molesta.

-Candy ¿tu aquí? Deberías estar cuidando a tu mamá

-La dejé bajo el cuidado del Señor George Thompson, además ya está fuera de peligro, ya la podremos tener en la finca.

-El doctor dijo que no era recomendable que la moviéramos, ¡No querrás arriesgarla! ¿O sí?, William ¿nos puedes llevar a Candy y a mí a la mansión?

-Si Megan, ahora mismo las llevo.

*Albert abrió la puerta del vehículo para que se subiera Candy, pero Megan abordó primero, Candy tuvo que ir en el asiento trasero. Albert miraba a Candy por el retrovisor, él se había quedado prendido de su alma.

*Llegaron a la mansión Gibbs, Charlie vio que Candy estaba con Albert y se llenó de ira.

Albert le besó la mano a Megan para despedirla y se quedó con Candy.

-Es necesario que te pongas enérgica con tu mamá, dile que mañana las vendré a buscar para llevarlas a la finca.

-¿Y si no quiere?

-Le tendrás que decir que te vendrás conmigo a Chicago, ¡ya no quiero que estés con los Gibbs!

*Albert la jaló hacia él posesivamente, -Candy lo besó diciéndole: ¡Está bien le diré eso a Betsie!

*Candy entró a la casa para ir con su mamá y decirle a George que Albert lo estaba esperando pero Charlie le tapó el paso.

-Candy, te estás comportando de manera indecente al salir con William sin compañía, mientras estés en mi casa deseo que actúes como una muchacha con altos principios morales.

-Charlie no pienso seguirte dando más disgustos, mañana mi mamá y yo nos regresaremos a la finca, te agradezco desde este momento la hospitalidad.

-El doctor te dijo que no la movieras.

-Ella está mejor, William la trasladará.

Candy subió y encontró a George despidiéndose de Betsie con un beso en la mano.

*Candy se puso alistar sus cosas y la de Betsie.

-¿Qué haces Candy?

-Arreglando nuestras cosas, porque mañana vendrá Albert por nosotras para llevarnos a la finca.

-¡Pero no nos podemos ir!

-Albert ya no quiere que estemos con los Gibbs, ni yo me siento cómoda en esta casa, si quieres quedarte con ellos y que te cuiden por mi está bien, así partiré con William a Chicago.

-¡No te vayas! Me iré contigo, deseo estar a tu lado Candy.

MIAMI FLORIDA

Elsa y Neal por fin habían llegado a Miami.

-Me dio gusto viajar en tan agradable compañía-dijo Neal con sinceridad.

-Gracias Neal, fuiste muy amable conmigo.

*Se despidieron, Neal besó la mano de Elsa y se retiró.

Elsa se dirigió a la oficina postal y le escribió un telegrama a la mamá.

Ellos se amanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora