El reino de los gatos -IchiKara- #IchiKaraDay2018

El gato bajo la lluvia

"Había una vez, en un reino muy lejano, una pequeña campesina que caminaba por un bello prado de flores. Era una niña hermosa que vestía un bello vestido blanco con listones azules. Esa bella niña encontró en la lejanía un gato hambriento y herido de su pata derecha. La pequeña observaba como el gato le pedía con esa mirada purpura que se apiadara de él. La pequeña sacrifico su bello vestido nuevo comprado para la gala real solo por el minino. Después de ayudarlo, el minino le entrego un anillo de plata con una flor azul hecha de una hermosa joya.

La niña lo tomo como agradecimiento y una promesa de que... algún día ese misterioso minino le devolvería el hermoso favor."

-¿devolverle el favor? ¿Cómo lo haría Karamatsu nii san?-

-No lo sé Ichimatsu-

-Vamos... No puedes dejar la historia así-

-Bueno, está bien... entonces... la hermosa niña creció y cuando estaba en peligro gracias a un terrible villano, ese gatito regreso y la salvo y después... se...se casó con ella-

-Jajajaja Karamatsu nii san, los gatos no se pueden casar con los humanos-

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Karamatsu había despertado, se encontraba en el callejón más oscuro de la ciudad, había despertado porque una gota de lluvia cayó en su rostro. Estaba comenzando a llover. Se levantó con dificultad, estaba golpeado de todo su cuerpo, además de que, su pierna derecha no respondía.

Toco su nariz y esta se encontraba goteado. ¿Acaso era sangre? No recordaba mucho de lo que había ocurrido, honestamente, no recordaba nada. Un segundo, recordó que paso. Ichimatsu lo arroyo con un camión.

Suena exagerado pero, Karamatsu había reunido todo su valor para demostrarle sus sentimientos, pero, qué gran error. Ichimatsu no lo tomo bien, creo que nadie lo tomo bien en la casa Matsuno. Cuando se encontró completamente de pie, camino manqueando por todo el trayecto, tenía frio, su sudadera estaba empapada y solo podía cubrir su cabeza con esta misma. Se abrazó a sí mismo para obtener calor, sin embargo, el viento en su contra y la fuerte llovizna le impidieron el paso.

Derrotado, se acercó a unos cuantos botes de basura y se dio cuenta de que había un gato de pelaje gris en el suelo, estaba muy mojado y con una mirada que pedía a gritos amor y un poco de misericordia. Su cuerpo mostraba marcas, sin dudarlo, tomo su sudadera y se la coloco al gatito. Tomándolo en sus brazos camino a un callejón con muchas cajas, por fortuna estaban secas y podían ayudar al gatito a entrar en calor. Lo seco rápidamente con su sudadera y la dejo junto a esto.

-Mi sorry Little cat si no ayude demasiado- el felino en agradecimiento movió su cabeza en la mano de Karamatsu, este sonrió cálidamente y beso su pequeña y peluda cabecita. Noto que tenía un collar extraño, parecía un listón con un escudo de alguna especie de guardia o algo. -Parece que tienes dueño, dont worry, apuesto que vendrán por ti. Lamento si no puedo llevarte a casa pero... es que... no tengo una casa a la cual volver de momento.- comento triste mientras el felino continuaba ronroneado. Karamatsu sonrió al ver la insistencia del felino para que continuara a su lado. -bueno, si tu insistes- tomo al felino entre sus brazos y entro a la caja, la cual era muy amplia. En posición fetal, termino abrazando al felino. Por una extraña razón, un gran sueño le cubrió. Terminando por escuchar.

-he encontrado a mi prometida-.

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