Me di cuenta que tarde mucho tiempo en darme cuenta que perdí una gran persona... Llamada Fátima.
Además de mi mejor amiga, pudo ser algo más.
No supe cómo reaccionar ante la situación de que le gustará e intentaremos tener una relación. ¿Porque me tarde tanto en quitarme ese miedo?
Yo la amo, lo digo demasiado enserio, amo a esa niña completamente con cada maldito respiro y cada gota de mi sangre. Pero la he lastimado.
¿Será justo que este arrepentimiento lleguen a sanar sus heridas?
Pero otra vez, maldito miedo de mierda. ¿Que habría hecho ella?
Cuando decidí buscarla para declararle todo lo que sentía y lo que estaba dispuesta... ella ya tenía a alguien.
Un mujeriego la verdad, no lo digo por celos, sino porque se que realmente no valdría la pena ese niño.
Y si la busque, pero ella ahora era la del pero. Un día llegue a su casa y me encontre con su madre que estaba apuntó de salir.
-Hola señora, disculpe ¿esta Fati?
-Hola Ali, lo siento pero no está, salió con su papá a dejar sus invitaciones de xv.
-¿Sabe si tarda mucho?
-No lo creo, ¿gustas esperarla?
-Si por favor.
-Bueno deja te abro la casa para que la esperes.
La mamá de Fátima se bajó de la camioneta para abrirme la casa, para que los esperará.
-Éstas en tu casa.
- Muchas gracias.
Cerró la puerta y me encontre con su perrita, se subió en mis piernas, mientras yo sacaba un cuaderno y tomaba un lapicero de su mesa.
Se me ocurrió escribirle una carta, donde expresé todo lo que sentía.
Apenas termine y dos segundos después llegaron. Fátima se sorprendió al verme.
-Hola señor ¿cómo está?, me dejo entrar su esposa.
-Ah claro no te preocupes.
-Hola Faty, ¿podemos hablar?
-Claro ven- Dice mientras se sienta en la orilla de su cama.
-Esto es para ti, ¿lo puedes leer?
-Claro.
Abre la carta mientras rápido comienza a leerla, los segundos de silencio son demasiado incómodos, logró ver lágrimas en sus ojos y cuando termina me abraza muy fuerte. La tengo en mis brazos, aprovecho cada maldito minuto.
-Cuando sepas que decisión tomar yo estaré aquí- le dije suavemente.
-En estos momentos estoy muy presionada con la escuela, la fiesta- Dice desanimada
-Lo sé, por eso ahora yo te doy el tiempo.
-Gracias.
-Bueno ya me tengo que ir...
-Claro, gracias por venir.
Al salir, esta lloviendo, me quedo sin respuestas, sin fuerzas, se que ya la perdí, para que seguir.
Ella tiene miedo de lo que pueda decir el mundo, de lo que puedan decir nuestros papás. Se que ella no está lista ni yo tampoco, pero quería arriesgarme.
Nunca la vi cómo mi última opción, ni cómo mi plato de segunda mesa. Estoy enojada con ella por haberme ilusionado por haberme declarado eso cuando no estaba segura. Pero no la culpo. Yo lo termine de arruinar.
Se que nada será cómo antes, siento dos tornillos perforando mi cabeza, se que será imposible.
Y se que por ahora lo mejor que puedo hacer para sanar esas heridas es alejarme de ella.
Pero espero que jamás olvidé que estaré para ella. Y se que algun día leerá esto. Te amo Fátima.

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Mi batalla
Ficțiune adolescențiVida de una chica qué a través de incontables problemas pudo salir adelante sin contar que en el transcurso descubrió el amor así mismo las desilusiones de las personas, se enfrentó a verdades que le rompieron el corazón.