Princesa Rebelde

Capitulo 3

Estaba respirando antes de entrar, siempre termino peleandome con la abuela era la Reina y le tenia que tener respeto pero aveces me sacaban de mis casillas, hice una seña a los guardias para que abrieran la puerta.

—Majestad la princesa Juliette—dijo un guardia avisando de mi llegada y mi abuela voltio a verme con una sonrisa de oreja a oreja 

—Majestad—dije haciendo reverencia

—Ven abrazar a tu abuela—dijo abriendo sus brazos, fui abrazarla necesito irme mas seguido para que reciba de esta forma

—¿Ya te terminaste el té?—pregunte viendo que ya no había en la mesa

—Llegaste tarde—dijo seria, sabia que me lo iba recalcar

—Solo un poco—dije mientras encogia los hombros

—Esta muy lindo como vienes vestida—dijo observandome

—Que bueno que te guste porque lo escogí para la ocasión—dije sonriendo, sabia perfectamente que le iba gustar mi atuendo perfecto para un princesa

—Vamos a sentarnos mientras nos traen mas té—dijo y eso hicimos, ella oprimio un botón

—Majestad el té que pidió y Alteza su desayuno—dijo una mujer joven, quien dejaba todo en la pequeña mesa

—¿Desayuno?—pregunto mi abuela viendome

—No he desayunado—dije mientras agarraba un pan y me lo metía a la boca

—Es la 1 de la tarde Juliette—dijo negando

—Dormí tarde y desperté tarde por que me quede viendo películas con Harry, aparte no me acostumbro al cambio de hora—dije sincera

—No distraigas a tu hermano debe estar haciendo los ultimos preparativos para la boda—dijo mientras le servían el té

—A una boda donde nos vas a ir, ¿verdad?—dije algo molesta

—Tu sabes muy bien porque—dijo y claro que lo sabia de hecho todos lo sabían

Según los protocolos la Reina no va a bodas de divorciados y era algo irónico porque casi todos sus hijos se han divorciado y dos de ellos vuelto a casar.

—No nos vamos a pelear por eso—dije mientras comía fruta sabia muy bien que nos íbamos a pelear por otra cosa así que iba ahorrar energía

—Juliette, tienes que poner orden en tu vida por el bien de tu padre, hermanos y sobrinos—dijo después de un rato de estar meditando como decirlo

—¿Porque? Por que no puedo ser como Zara, Beatriz y las demas por que ellas no tienen un Marcus y una Martha en su vida, por que debo traer seguridad y que la prensa este sobre mi quisiera ser como mis primas ellas nunca estan en escándalos si hacen cosas peores y tambien son tus nietas—dije alterada, no podía estar con mi abuela sin pelear

—Por que tu eres la hija de futuro Rey—dijo con un tono alto

—Desgraciadamente—dije sin ganas

—Juliette por el bien de todos y hasta de ti, tienes que poner orden en tu vida—dijo

—¿Por el bien mio? ¿Por que? Ha ya se no me vaya a pasar lo mismo que a mi madre ¿no? Que por llamar mucha la atención se murio por culpa de los paparazzis, te recuerdo que toda mi vida me lo has dicho—dije seria

—No lo tomes asi, si te lo decía es por tu bien—dijo con un todo suave

—No te preocupes, los psicólogos me han ayudado a superar todo lo que me decian de mi madre—dije recordando esa fea etapa de mi vida

—Es que debemos cuidarnos de los reporteros y de todos, entiende somos la Realeza—dijo como si no supiera que somos siempre me lo recalcan

—Si esta bien—dije sin ganas ya no queria pelear aunque sabia que no iba funcionar tanto.

—Te quiero mostrar algo—dijo y Tedy le dio una carpeta

—Un contrato donde renuncio a ser parte de la Realeza—dije emocionada

—Alteza no existe tal cosa—dijo Tedy

—¡Pero el exilio si! Recuerde que tome clase sobre todo esto—dije señalando el palacio

—Se te pego el acento estadounidense—dijo la abuela, no se si para evitar el tema del exilio o porque en verdad apenas se había dado cuenta de mi acento

—Creo que si, digamos que pasar un año haya me afecto pero regresara mi acento británico no te preocupes o me quieres meter a clases como a todo lo que no podía hacer—dije molesta, ahora me acuerdo por que no me gustaba venir por que me la pasaba peleando y recordando las cosas que me había hecho, como quisiera que mi madre no le hubiera pasado nada, me dejo solo con 6 años de edad en manos de estas personas tan crueles

—Juliette todo era por tu bien—dijo y volteo para otro lado para rodar los ojos por que esa palabra ya era muy común en mi vida ya hasta la veía en la sopa

—Estoy cansada que me digan eso, me hubiera gustado estar mas tiempo con mi madre para ser mas como mis hermanos pero eso ya no importa así que sin rodeos dime que hay en esa carpeta—dije cansada entre mas pronto me mostrara eso que era por lo que me había hecho venir mas rápido me iba de aquí

—Es algo que nos va ayudar a que los reporteros se calmen—dijo y me dio la carpeta, la abrí y me sorprendí  no puedo cree hasta donde llegaron

—¿Catálogo de príncipes? Vaya ahora si has llegado lejos, pense que me podia casar con quien yo quisiera como mis hermanos y mis primos—dije mientras veía la carpeta 

—No solo son príncipes también son empresarios jóvenes de tu edad, enserio lo hemos pensando mucho y decidimos que es lo mejor para que la prensa te deje—dijo

—Hablas en plural puedo asegurar que mi padre tiene que ver en esto, pero bueno acepto veré los currículos de todos después te aviso a quien escogí para que le avises porque puedo asegurar que ya entrevistaste a todos ¿verdad?—dije, sospechaba que algo así me iban hacer

—Todos son buenos y gentiles—dijo sonriendo

—Solo espero y no salga contraproducente—dije cerrando la carpeta

—¿Por que lo dices?—pregunto sin entender mi comentario

—Por que puedo asegurar que esto le hiciste a mi padre le diste un catálogo de mujeres para que se casara y dejara a Camila por que no se podía casar con ella porque eran amantes, entonces escogió a mi madre y la hizo infeliz ¿sabes como lo se? Por que la mayoria de los recuerdos que tengo de mi madre es llorando por lo que le hacia mi padre—dije al borde de las lagrimas

—Pero tu no tienes a nadie como tu padre, esto si va funcionar—dijo y me lleno de rabia, si le había hecho esto a mi padre y por eso hizo infeliz a mi madre, tenia el descaro de decir que lo mio si iba funcionar

—Después te mandaré la foto del elegido abuela para que estes feliz y contenta—dije con una sonrisas fingida y levantándome de la mesa  

—¿Ya te vas?—pregunto

—Si abuela tengo cosas que hacer—dije levantando la carpeta que me había dado y me despedía de ella