Promesa

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Las palabras perduran en el tiempo y en la memoria, son imborrables y eternas, y para nuestra mente, son el mas sagrado de los contratos...

Nunca puden borrarse de nuestro corazon...

Talvez olvide contarte algo muy importante...

Olvide decirte algunas palabras...

Talvez mi mente salto tu recuerdo.

- Tio, ¿Cuando conociste a Papá?, ¿Fue en la escuela? - sus ojos, llenos de curiosidad y sus manos, acariciando al pequeño felino que habia decidido que sus piernas eran mejor cama que la que le habia comprado. Demonios.

No era su culpa... que sus ojos fueran iguales a los de el.

No puedo volver a esa promesa tan lejana... no puedo volver a recordar.

Me duele recordar sus palabras.

- La comida se esta enfriando... te lo contare despues - dije evasivamente y me dirigi a la cocina ignorando a mi sobrino.

Cuando lo hice, me apoye sobre la mesa de la cocina y me reprendi a mi mismo.

¿Donde demonios habia quedado el Subaru tranquilo?, ¿El inmutable?, ¿El que contiene sus propias emociones?, ¿Y el que era fuerte e independiente, el que no se asustaba con nada?

Mi pasado es solo eso, pasado... es lo que me ha hecho ser lo que soy ahora... para bien o mal.

Y nada puede venir y derrumbar todo lo que eh construido... todo mi autocontrol.

A menos claro... que se trate de el.

Asi que cuando Kazuki lo miro molesto desde el umbral de su habitacion, este simplemente lo volvio a ignorar y tomo su plato para meterlo al horno de microondas debido a que ahora estaba frio.

- No terminaste de contarme - dijo serio

- En otra ocasion, tienes mucho tiempo para estar aqui -

- No me gusta el pescado -

Fue la gota que derramo el vaso. Subaru tenia paciencia, una verdaderamente infinita... pero hasta aquello tenia un limite.

Pocas personas conocian al demonio que el podia ser cuando estaba molesto.

- No estoy aqui para consentirte Kazuki, te quiero en la mesa en cinco segundos o no habra comida - dijo seriamente con sus amables ojos verde...

- ¡Papá no me gritaria! - se defendio el pequeño.

- ¡Pero yo no soy Seishiro, ni Hokuto y mucho menos tu niñera! ¡Y mientras vivas aqui estas bajo mis reglas! -

Estaba comenzando a gritar... ¿Hace cuanto que no lo hacia?

Kazuki habia comenzado a llorar, lagrimas de los niños... una rabieta infantil...

Nada que no se mereciera.

- Ahora solo sientate y come las verduras - dijo el chico de ojos esmeralda, el que empezaba a sentirse culpable... el que estaba desquitandose indirectamente de los que le habian provocado tanto dolor en el pasado... con la persona mas equivocada del mundo para hacerlo.

El niño solo camino, renuente pero tambien dolido, en direccion a la mesa y se sento, torpemente tomo los cubiertos, hizo a un lado el pescado y comenzo a comer las verduras. De sus ojos aun seguian bajando pequeñas gotas de agua que mojaban sus mejillas y de vez en cuando el plato tambien.

Verduras con lagrimas de un ser querido.

Pero que plato tan amargo.

Subaru no pudo resistirlo mas, ser cruel no estaba en su naturaleza y aunque lo negara, su amabilidad seguia estando ahy... en su corazon.

House Of Cards [TOKYO BABYLON-X-1999]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora