OO2 | Tratando

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Parecía ser una tortura cada día

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Parecía ser una tortura cada día.

La chica no sabía donde esconderse para dejar de sentirse de esa manera como lo peor del mundo, luego de aquel día.

Tan sucia, tan vacía, todo por sentir sentimientos inusuales por una mujer.

Había sido tan traumático para Yoojung el ser humillada al ojo público por la única persona que amaba y admiraba.

Siempre fue invisible, temerosa de tener tantos ojos encima de ella, solamente había hecho una excepción por Doyeon.

Dolía tanto haberse hecho muchas ideas en su cabeza, cuando sólo eran mentiras.

Sus sueños incluso le hacían mala pasada, que no quisiera recordar para no hacerle sentir más miserable de lo que ya era.

Doyeon siempre fue importante para ella aunque la alta jamás se diera de cuenta de ello. Le hacía feliz incluso verla de lejos.

─¿Por qué tuve que hacer eso? ─lloraba Yoojung en el pecho de Yugyeom sin poder detenerse, se sentía tan mal consigo misma.

Dolía, sentía tanto temor. Su cuerpo temblaba tan sólo recordar la mirada con la que la observó Doyeon cuando confesó de todo corazón lo que por tantos años guardo, y ni que decir como se habían expresado en las redes sociales sobre su persona. No quería recordar, no cuando la única persona que tanto amaba le observó de esa manera tan fría y despreciable.

Siempre viendo a Doyeon de lejos junto con sus amigas, Yoojung siempre la vio. Era una chica popular y todas querían estar con ella, ser su amiga era un privilegio para muchos.

Desde cuando tuvo a su novio quien fue envidiado por todos y cuando presumía siempre de su abuela a quien amaba demasiado. Su abuela era su pilar ya que sus padres solían estar ocupados la mayor parte del tiempo, la Yoojung de primaria amaba cuando los ojitos de aquel entonces la pequeña Doyeon en aquellos días de primaria, brillaban con tanta intensidad y alegría de hablar de su abuela, a quien amaba más que nada.

Era una de las facetas que Yoojung amo de Doyeon. La pasión y el amor con la que hablaba de su abuela, y el amor que le tenía, eso hizo que la pequeña Yoojung la amará aún más. Siempre en silencio.

La conocía desde la primaria, al igual que Yugyeom y Jungkook, aunque con este último no solía hablar mucho en ese tiempo. Al ser algo tímida y su único amigo era Yugyeom al ser vecinos, siempre jugaron juntos.

Al principio había iniciado con una simple admiración, al ser Yoojung invisible, Doyeon era cómo la persona en la que Yoojung quería convertirse ya que era lo contrario a la chica, aunque Doyeon nunca se dio cuenta de que Yoojung cuanto la admiraba, una de las cosas que la bajita amaba era cada que la alta hacía algo para sorprender a los demás.

Solía incluso dibujarla cuando iba en cuarto año.

De niña siempre jugó sola, nadie quería jugar con ella, las que vivían en su barrio siempre le despreciaron. Los juguetes de Yoojung, sus muñecas eran hechas de cartón y su favorita siempre fue la que era Doyeon. La chica siempre ocupó la mayor parte de sus pensamientos.

Al ser pequeña, hizo una también con figura de ella, y siempre jugaba cada tarde de regreso de la escuela que Doyeon y ella eran las mejores amigas. En su universo de la bajita, la muñeca de carton Doyeon y Yoojung, eran las mejores amigas, inseparables. Siempre jugaba y hacía lo que siempre quería decirle, lo que niña tenía el valor de decirle a la cara, lo que siempre guardaba en su cabeza.

Siempre quiso que Doyeon la notará, aunque fuese un poco, tanto que dolía el querer aunque sea acercarse un poco. Pero aquellos que eran amados por todos, nunca notaban a aquellos que siempre estaban en las sombras.

Cuando eres invisible, estás destinado a serlo siempre.

Yoojung desde la primaria, creyó ciegamente al principio que era admiración por la chica, pero cuando esta tuvo su primer pareja, algo se había quebrado para ella, una decepción tan extraña para la chica, que en aquel entonces era una niña.

Doyeon era una chica con muchos talentos, amante del baile y sociable con todos en la escuela. Eso era la causa que muchos chicos estuvieran detrás de ella, era especial, habiéndose fijado en uno a quien odiaba la mayoría de chicos de la secundaria al tener a la bellísima Doyeon, siendo también Yoojung quien envidiaba algo al chico y nunca había sabido porque hasta que se dio cuenta de sus sentimientos.

Pero aquello sólo lo había guardado para si misma y cuando al llegar la secundaria, te das cuenta de muchas cosas. Notas cambios, desarrollas sentimientos que jamás creíste sentir.

La admiración que sentía, era amor.

Aquellos recuerdos para Yoojung eran un valioso tesoro. Vivió la mayor parte siendo invisible y cuando quiso ser visible para Doyeon, había sido humillada.

Incluso en primaria, cuando quiso acercarse, Doyeon nunca la notó.

Jungkook caminaba de un lado a otro, pensativo sobre lo que le había ocurrido a su bajita amiga un día después de lo ocurrido.

Estaba enojado, tanto que podría ir a la casa de Doyeon y golpear a la chica, no importa que fuese mujer.

Conocía al igual que su novio, que los sentimientos de Yoojung no eran de hace poco tiempo, ¡eran años! y al ser tímida, insegura, de un corazón frágil y miedosa de todo, era difícil para ella.

Choi Yoojung era tan frágil, que cualquier golpe la podía quebrar en mil pezados.

─No puedo creer que te haya hecho esto, Yoojung ─murmuraba Yugyeom dolido, al ver cómo su mejor amiga de la infancia hasta en la actualidad, sufría por su primer amor ─. Debiste seguir nuestro consejo y no confesarte a esa chica estirada.

─Kookie, detente ─Yugyeom no quería que Jungkook hiciera sentir mal a la chica. El amor era así ─. Recuerda que cuando se trata de amor, uno comete locuras que jamás pensabas hacer, ¿Qué fue lo que hice contigo? ─recordó cuando se confesó a Jungkook más de una ocasión y había sido rechazado por Jeon más de una sola vez.

Jungkook solo se quedo en silencio.

─No se preocupen chicos ─musitaba en voz baja la castaña, dejando de llorar para suspirar pesadamente ─. Estaré bien, descuiden. Tomaré su consejo que me dieron cuando salimos a comer algo. Ya en la preparatoria y la universidad no creo que nos volvamos a ver, así que, debo estar tranquila.

─No te derrumbes por eso Yoojung. Hay más personas en él mundo que estarían dispuestos a dar todo por ti ─aconsejó Yugyeom a la castaña, removiendo los cabellos de la chica.

Yoojung rió un poco por aquella muestra de amor de su amigo. Había alegrado un poco la situación el más alto.

Yoojung asintió, limpiando el resto de sus lágrimas para observar a sus amigos.

─¿Quisieran comer algo? ─preguntó de repente la bajita ─. Cocinare algo para ustedes, me gustaría que se quedarán conmigo.

Era lo menos que podía hacer por quienes le amaban y apoyaban.

Doyeon tenía la mayor parte de pensamientos de Yoojung.

Era difícil de tan siquiera intentarlo.

Cuando siempre, desde que era una niña hasta la actualidad, siempre deseo ser cercana a ella.

Rarita ➳ DoDaeng | #4 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora