Letter of mafia |La carta de la mafia| - Orian.

Capitulo 22.

Narra la narradora-

-¿QUÉ TE PASA? ¿POR QUÉ ME SACAS DE ALLÍ BRUSCAMENTE? ¿ESTAS LOCO?

-NO, NO LO ESTOY, NO QUIERO QUE TE LASTIMES.

-¿QUÉ?

-NO QUIERO QUE TE INYECTES DROGAS ORIANA, NO QUIERO QUE TE DROGUES MAS.

-¿Y TU QUIEN DEMONIOS ERES A VER?

-No voy a decirte eso, debes recordar lo de ayer, pero por favor, no te drogues mas, te lo ruego, como tu dijiste ayer, en la mafia hay una carta la muerte, es mas digno morir asesinado que morir por drogarse.

-Ah no que tus frases son…. –Pauso, no encontraba la palabra precisa para describir esas palabras “Es mas digno morir asesinado,que morir por drogarse”- Yo hago lo que quiero.

Hablo tarde, el le arranco el bolso de la mano de Oriana y se quedo con el.

-Me sacas las drogas, voy a lo de Mara a buscar mas, idiota.

-¿Ah si? Entonces estas acabada, porque te denunció con mi padre.

Mierda, la había amenazado seriamente.

-Y.. y si vos caes conmigo.

-Mi padre me apoyaría al final los policías son peores que los ladrones.. quizá mi padre sea un policía corrupto.

-Te odio.

-No me odias, me amas en tu interior.

Ese chico la estaba volviendo loca.

-¿Por qué te preocupas? ¿Por qué no quieres que me drogue? ¿Te importa mi salud? ¿Te preocupas por tu enemiga?

-No eres mi enemiga, eres la chica que yo a..

-¿Qué tu que?

-Nada, me preocupo porque eres una chica joven, ¿Por qué tienes que terminar mal?

-Es mi vida.

-Yo ya te adverti.

Ella lo miro.

-No entiendo por que quieres que deje la droga, no eres nadie.

-Ya te dije, soy el chico al cual vas a amar por el resto de tu vida, tu único amor.

Ella estaba confundida, hizo una mueca.

-Ah, ya te advertí.

Dijo ya casi en la esquina, y luego de minutos la droga hizo efecto, y así toda la tarde tirada en un sofá drogada, sin hacer nada.

¿Cómo un polvo -El cual se inhala- y una jeringa, -va, dos- podían hacer tanto efecto? ¿Cómo podía cambiar el estado de las personas?

Y al otro día cuando todo el efecto había pasado, tenía las pastillas arriba de la mesa, ella las miraba, las deseaba pero ‘Entonces te denuncio con mi padre, el confiaría en mi, al final los policías son peor que los ladrones’, se le paso por la cabeza, ¿Seguia con ellas o no?

-MIERDA.

-No lo hagas, te dije.

Ella giro y estaba el, ¿Cómo entro? ¿Qué era? ¿Un fantasma?

-No las tomes.