12.5.- Un asunto de mujeres, y un niño.

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¡VOLVÍIIIIIIIII! ¡Resuciteeeeeeee!

¡Adivinen quien SÍ pasó el bachillerato!

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¡Adivinen quien SÍ pasó el bachillerato!

Otra persona: Con puros extraordinarios...

Yo: KYC conchesumadre!!!

Este capítulo es la extensión del episodio 12.- (Duplas mortales) Pero le cambié el título. El 14 será algo GRANDE.

Disfruten~

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A las once de la mañana, cuando el sol estaba por alcanzar su punto más alto, Ryouka yacía sentada en su pequeño y viejo sillón de su humilde departamento, la mujer bebía una taza de café mientras veía televisión y comía galletas de canela.

En estos días, se le ha visto más animada que de costumbre, aunque animada era una palabra muy fuerte, ya que solamente era notorio que su enojo con la vida ya no estaba presente a cada momento en la expresión de su rostro ¿Por qué será?

Tras remojar una de sus últimas galletas en su café y morderla, escucha unos fuertes golpes en la puerta de entrada, ya que no tenía timbre. Y en vista de que nunca recibía visitas y eran rarísimas las ocasiones que lo hacia...

Ryouka: Ouugh... Sé perfectamente quien toca así la puerta...

Tan pronto terminó de decir aquello, escuchó una voz infantil gritando por fuera.

-¡Abuelitaaaaa! ¿Estás en casa? ¡Mis papás me dijeron que viniera acá para esperar a mi hermana!

Ese era Tsuru, uno de sus dos nietos, y el único que al parecer había agarrado algo de simpatía hacia ella, aunque no era algo recíproco, ya que Ryouka solo lo veía como una herramienta que podría utilizar a su favor para vengarse de las personas que la dejaron en la ruina y recuperar todas las cosas que tuvo algún día. 

Fatigada, la mujer se levanta para abrir la puerta, y efectivamente ve en ella al pequeño, pero ella, recargada en la puerta y con una expresión de cansancio, le dice:

Ryouka: ¿Cuántas veces quieres que te diga que no me llames "abuelita"?

Tsuru: Perdón, estaba emocionado por llegar aquí.

El pequeño pasa adentro del departamento, y se quita sus zapatos para luego acomodarlos en el genkan.

Ryouka: Oye ¿No te cansas de venir acá?

No había precisamente una razón por la cual le disgustara sus visitas, pero entre tantos lugares y personas que podría escoger un niño de su edad para quedarse mientras sus mayores no están, ese era uno de los últimos que sería lógico.

Tsuru: Pues quería agradecerte por ayudarme con mi tarea, gracias a ti me saqué un 10.

El pequeño extendió sus brazos para abrazar a la mujer, pero en cuanto estableció contacto con ella, Ryouka lo retiró con algo de incomodidad. 

Y... ¿En dónde están los padres? - Sekaiichi HatsukoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora