Capitulo 14

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POV. Jade

Una semana había pasado.

Es asombroso los cambios que pueden pasar en simples días, por supuesto que también es asombroso lo que puede cambiar en minutos.

Adam se acopló en menos de dos días. La rutina que venimos haciendo en ésta semana era igual de aburrida y monótona, pero él chico de ojos lindos le daba un toque especial. Madrugabamos a las seis en punto de la mañana, y hablando en plural me refiero también a Perrie, ni siquiera Adam se salvaba. Nos alistabamos para la escuela, al igual que a Adam, después íbamos hasta el otro complejo de edificios y lo dejábamos con Harry, quién parecía más que entusiasmado con la idea de cuidarlo. Toda ésta semana Perrie y yo llegábamos juntas a la Universidad, y a pesar de las frías e hipócritas miradas que Perrie les dedicaba, la gente no dejaba ver nuestra gran interacción a diario, cómo si fuéramos el gran espectáculo titulado'Badass vs Nerd' esperando a que pelearamos o algo por el estilo. Era jodidamente frustrante tener esas miradas sobre ti, además de que aún me parecía estúpidamente ridículo. Perrie estaba lo suficientemente lejos de serlo.

Por otro lado, estaba haciendo cosas que mi madre hacía y no apreciaba verdaderamente hasta ahora. Era sólo una chica de 21 años después de todo, era algo agotador jugar el papel de una "madre" y lo peor era que no tenía idea cuándo terminaría. El dinero que él tal Joey había dejado en verdad ayudaba, ésta semana compramos leche, pañales y demás, y aún había bastante así que no era algo de que preocuparse. Pero por otro lado, la que tenía que cambiarlo y alimentarlo al fin de cuentas era yo, y aunque Perrie intentase verdaderamente ayudarme, no lo hacía realmente. Harry también lo intentaba y estaba verdaderamente agradecida que lo lograse... Sólo aveces.

–¿Jade? – Levanté la mirada de la pantalla en la que mi atención estaba puesta, para ver cómo.. Perrie entraba con Adam en brazos ¿no era una ilusión o algo así? ¿en verdad estaba pasando?

Tal vez esté exagerando, pero no pude evitar emocionarme y sorprenderme al verla. Ella tenía una sonrisa, casi mueca, y se veía bastante nerviosa, cargando y cuidando de él cómo si fuera un cristal a punto de romperse.

–Estaba llorando–. Dijo cautelosa–. Muy fuerte.– Añadió y podía casi sentir su miedo. Pero a pesar de todo eso, en Adam no había ningún rostro de que estaba llorando, todo lo contrario. Él sólo tenía una sonrisa contagiosa mientras miraba a Perrie cómo si fuera la cosa más entretenida del mundo, tratando de tomar su piercing con sus pequeñas manitos.

La miré entretenida.

–¿Qué?

Negué con la cabeza sonriendo.

–Nada es sólo que... – Me encogí de hombros–. Es raro verte así. Estabas verdaderamente asustada hace unos segundos–. Jugué y ella sonrió nerviosa.

–No puedes culparme, creí que se había lastimado o algo así.

Una clase de curiosidad me invadió.Quería saber porqué había reaccionado de aquella forma, porqué siempre reaccionaba así cuándo de Adam se trataba en los últimos 9 días. No era una experta en bebés, tampoco me agradaban mucho, pero mi reacción ante el pequeño, al igual que la dr todos, había sido totalmente difierente a la de Perrie, lo que sólo me hacía creer que había algo más ahí pero por más que me gustase saber, tendría que esperar.

Nuestra amistad también iba creciendo paso a paso y no quería aurrinar las cosas apresurando todo.

(...)

–Entonces la princesa simplemente quería escapar...– Me sentía extraña leyéndole, me sentía algo patética y tonta, era raro leerle aún cuándo no entendía nada, sin embargo, la sonrisa risueña y adormilada que me mandaba, junto con sus ojos brillosos y atentos me hacían continuar sin importar cuán tonto pareciese. Desde el domingo que había cambiado de lugar mi cama y ahora Adam dormía siempre contra la pared y yo del otro lado, justo cómo pasaba ahora.– Ella no creía que su padre fuese capaz de hacer algo cómo eso, era verdaderamente cruel y..–Justo antes de que pudiera seguir con mi interesante libro metafóricamente ligado a un cuento, llamaron a mi puerta, y después de un pasa Perrie entró con una mueca en su rostro, visiblemente molesta.

–Tú Romeo aguarda en la puerta–. Dijo con un tono molesto, rodando los ojos y suspirando. La miré arqueando una ceja–. Grace está en la puerta–. aclaró–. completamente ebria.

Fruncí el ceño.

–¿Ebria?

Simplemente asintió.

(...)

Apenas abrí la puerta que Perrie se había encargado de cerrar, unos labios ferozmente atraparon a los míos en un beso grotesco y fuera de.

No dude ni un segundo en apartarla.

–¿Qué demonios?–. Ella se apartó, una sonrisa en su rostro que simplemente no pude descifrar, mientras que ella, una vez más, intentaba juntar mis labios con los suyos de nuevo, y esta vez pude sentir el asqueroso olor además del alcohol que traía consigo antes de apartarla una vez más. La miré en cuánto se separo–. ¡Maldición, Grace! ¡Estás drogada!

(...)

30 minutos después estaba de vuelta en casa, abrí de nuevo la puerta principal cerrándola detrás de mi. Suspire y me tire en el sofá antes de entrar a mi habitación. Grace estaba totalmente ebria, sin mencionar lo qué había inhalado o tal vez inyectado que en definitiva me desepciono, sin embargo, después de todo no iba dejarla a su suerte. Ya estaba bastante preocupada al imaginarme cómo demonios había llegado sola, y después de una pequeña discusión en la que ella exigía tener la razón, caminé con ella hasta fuera del complejo con mis llaves en manos, dispuesta a llevarla a su casa, sin embargo, en cuánto atravesé la puerta pude divisar la camioneta que una de sus amigas tenía, y arriba de ellas estaban otras tres chicas casi igual de intoxicadas. No pude evitar sentirme aterrada al imaginar lo que pudo haber pasado.

Solté un suspiro.

Lidiar con ellas había sido díficil.

Pero antes de que pudiera hacer algo más, simplemente atravesé el living camino hacia mi habitación,deteniendome con una sonrisa en cuánto vi la imagen por la rendija que había entre la puerta y el marco.

–..Pero debemos ir por pasos ¿te parece?–. Su voz resonó, ella estab acostada en mi cama, boca-arriba y Adam descanzaba en su vientre, sentado mientras que su espalda estaba recargada contra las piernas de Perrie que había utilizado cómo soporte. Adam no hacía nada más que mirarla atenta, al igual que Perrie que además de jugar con sus manitas, se aseguraba de sostenerlo–. ¡Hoy te cargue.. por mi cuenta!–. Dijo infantilmente–. ¡Dime! ¿Eso no es genial?–. Reí divertida negando con la cabeza ante la pequeña interacción que acababa de prescenciar, y por más que me hubiera gustado escuchar toda la noche, a pesar de todo, sentía que invadía el espacio de Perrie, así que al final opté por entrar cautelosa.

–¡Hey!–. Saludé ganandome una mirada de cada uno de ellos, el risueño de Adam murmurando cosas mientras que se removía en el vientre de ella. ¡Aún tenía energía!

–Hola–. Sonrió–. ¿Porqué tardaste tanto?

Suspiré.

–La llevé a casa, junto con sus amigas..– Ella asintió, y hubo un silencio un tanto incomodo.–Mejorando paso a paso ¿no es así?–. Ella me dedicó una sonrisa un tanto debil.

–Es lindo después de todo, eso es un punto a favor.

Asentí, ella me ayudo a acomodar las frasadas y miles de almohadas que siempre poníamos mientras trataba de mantener tranquilo a Adam. Cielos, en realidad no me sorprendería si mañana ya comienza a caminar por su cuenta.

Después de asegurarnos que Adam estuviera dormido, entre platicas de Grace y su estado, salimos de mi habitación, ella de camino a la suya y yo por los antojos de media noche que eran simplemente normales, pero antes de atravesar el living, ella me llamó.

–¿Si?–. Me giré a verla.

–Hace mucho que no salgo a fiestas..– DIjo de repente, y antes de que siqueira pudiera procesar y afirmar aquella información, ella siguió– A puesto a que tú tampoco.. Necesitamos relajarnos ¿que te parece salir mañana o algo así?

No pude pensar mucho, sólo asentí con la cabeza con una sonrisa. 

–Encantador.  

Learning.- JerrieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora