Mi Dulce Perdición

22•Nervios.

Esto no puede estar pasando...

Absolutamente no me puede estar pasando....

No se, porque a mamá se le ocurrió la idea de que yo tenia que mostrarle a Éfren, la jodida casa. ¿Qué obtengo yo de eso?........Pues ¡QUEDAR YO EN UNA PARED, CON ÉL ACORRALANDOME!.

Y se que probablemente con mi poca fuerza de voluntad, le dé lo que esta buscando.... Un beso mio.

Y si sigue sonriendo como un maldito engreído, se que terminara besándome...

{Oh tal vez no resista, y terminemos nosotras}-Apoya Eimy desde el fondo de alguna parte de mi cabeza.

Por primera vez en la vida no concuerdo con ella, Eimy, está demasiado exitada por decirlo así ya que, ni tan siquiera con Kay sentía este tipo de ardor.

Por su reciente toque en en cuello..

—Vamos, hermosa, solo es un pequeño beso —curva las comisuras de su labios en una sonrisa —. O será que te huele  mal el aliento —siento que la sangre golpea mi sistema, después de que el estúpido frente a mi suelte una risa ronca.

Dijo que tenía mal aliento....

O, no, cariño, con eso no se juega.

Vamos a ver quién tiene el mal aliento...

Lo tome del cuello de la camisa cambiando de posiciones, yo acorralandolo a él y solo se dedicó a mirarme con la típica de “soy todo tuyo” —Sabes... Esta posición me excita demasiado —a mi tambien.

Enarco una de mis cejas y le doy una sonrisa ladina —La mía también, es una de mis preferidas, de hecho —me acercó a su rostro haciendo que el entre-abra sus labios, fue ahí cuando decidí jugar un poco con él.

Mis dos manos se encuentran en sus muñecas, suelto una de ellas para acariciar su mejilla con mucha lentitud me deleito con sus muy masculinos pero finos razgos, mientras su mano suelta se se encuentra haciendo círculos. Lo miro a los ojos y que ahora sus pupilas se encuentran dilatadas, sonrio y mi mano toca su labio, siento su cálido aliento y si les digo que huele a menta les estaría mintiendo.

Él parece estar perdiendo la paciencia ya que se abalanzó hacia mi llevándome con él, abrazando mis caderas con sus manos, ni tan grandes ni tan pequeñas —¿Porqué no me besas de una jodida vez? —sentencia, sentándose en una de las sillas cerca de la piscina haciéndome quedar, en horcajadas encima de él.

La cercanía que tenemos ambos, hace que el calor suba más nuestros labios se encuentran haciendo fricciones —Eso es lo que voy a hacer —digo jadeando sobre sus labios hasta no aguantar más.

Lo besé..

Nos estábamos besando, no dulcemente si no que un beso esperado con ansias ni tan lento ni tan brusco, y ahí lo supe Éfren Wells, era mucho mejor que Kay, en todo.

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Bocadillos de atún..

¿Cómo están?

Dedicado a AlessaNicolee,Yiemir_Yiemirmidnight_teasalemwitchesssTeamLifeTAEPUSSYLuisColmeneroIIIKarenZingNiaTanoDannyBrizBullying_Stops_HereVictoriaViridianaPre

Nos leeremos pronto.

jenice09