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— No era necesario romperme la ropa... — le suspiró Palette al sentir sus manos acariciándole el abdomen mientras rompía por la mitad su playera, las manos de Lotus lo abrazaron mientras  soltaba una risa sobre su oído.

— A mí me gustan esta clase de cosas — pasó su lengua por encima de sus propios labios, después encima del cuello de Palette, mordiéndolo y haciendo que el menor soltara un gemido.

Palette inclinó sus codos sobre la cama, Lotus lo guió para inclinar su espalda y levantarle las caderas, bajando sus pantalones y haciendole juntar los muslos, Lotus puso su pene en medio y empujó los hombros de Palette hacia abajo al sentir que se estremecía.

— Tranquilo, apenas empezamos — intentó calmarlo sintiendo que la erección del chico crecía por encima de la suya, puso las manos sobre los costados de su cadera, comenzando a moverse y simular embestidas — ¿Qué quieres que haga?

Palette se cubrió contra las sábanas de la cama, avergonzado entre lágrimas; nunca se había sentido tan bien a la vez que sabía que era incorrecto, y que lo estaban usando. Lo miró por encima de su hombro para pedirle que usara condón, Lotus le respondió con una risa, pasando sus manos entre el cabello rubio de Palette y jalándolo para depués empujarlo sobre la cama.

— No seas brusco — le suplicó en voz baja, separando sus piernas cuando Lotus terminó de desnudarlo y comenzaba a masturbarlo para que se relajara, se le nubló la mente al sentir que Lotus empujaba su miembro dentro de él, haciéndole perder su virginidad. Aún sabiendo que no lo amaba.

La idea de su hermano llegó a su mente por un momento, mientras mordía su mano para distraerse del dolor, pensó que al final no serían tan diferentes, aunque quería ser diferente, ser mejor, ahora había huido de casa con un psicópata.

No era mejor.

Goth estaría decepcionado. Rurik también lo estaría.

Lotus irrumpía dentro de él con estocadas que le hacían sentir que le destrozaría el interior, aún no se sentía bien como suponía, pero de cualquier modo gemiría su nombre y diría que lo amaba aceptando cada cambio de posición que quería hacer.

Se acostumbró al ritmo normal de las embestidas, sonriendo sonrojado al sentir la forma en que Lotus le estimulaba la próstata y lo movía de forma tan brusca, cambió de posición para poderlo abrazar, Palette enredó sus manos alrededor de su cuello y empujó su cuerpo contra el de él al sentir que se corría. Lo amaba.

— Te amo, Lotus... — le suspiró después de correrse, sintiendo que Lotus apresuraba aún más su ritmo hasta correrse en su interior, Palette intentó alejarse entre lágrimas al sentir aquella descarga caliente dentro, abrazándolo con fuerza y ocultando su llanto aferrándose a él.

— Te amo también.

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